lunes, 3 de julio de 2023

La vida pasa rápido

 Esta vida pasará rápido, no pelees con la gente, no critiques tanto tu cuerpo.

No te quejes tanto.

No pierdas el sueño por las facturas. 

Asegúrate de besar a tus amores.

No te preocupes tanto por dejar la casa impecable. 


La propiedad y el patrimonio deben ser conquistados por cada uno, no te dediques a acumular herencia. 

Mantén a los perros y gatos más cerca. 

No sigas cuidando los tazones. 

Usa cubiertos nuevos.

No ahorres en tu perfume favorito, úsalo para pasar el rato contigo mismo. Usa tus zapatos favoritos, repite tu ropa favorita, ¿Y luego qué? Si no está mal, ¿Por qué no ahora? ¿Por qué no correr? ¿Por qué no Orar ahora en lugar de esperar a Orar antes de dormir? ¿Por qué no llamar ahora? ¿Por qué no perdonar ahora? 

Estás deseando que llegue la Navidad, el viernes, el próximo año, cuando tengas dinero, cuando llegue el amor, cuando todo sea perfecto, mira, todo es perfecto. 

Los humanos no pueden alcanzar eso porque simplemente no fueron hechos para completarse aquí. 

Aquí hay una oportunidad de aprendizaje.

Así que disfruta de este ensayo de la vida y hazlo ahora, ama más, perdona más, abraza más, vive más intensamente y deja el resto en la mano de Dios, de la misma vida. 

sábado, 5 de noviembre de 2022

TE BENDIGO PARA QUE SEAS UNA BENDICIÓN


Bendigo tu vida y la mía para juntos seguir despertando.

Bendigo el día que llegaste a mi vida.

 

Bendigo tu ser Divino y tu alma.

Bendigo cada pensamiento que pasa por tu mente.

 

Bendigo el camino que recorren tus pasos.

Bendigo la Luz que llevas en tu Corazón para que puedas alumbrar a todo aquel que está en la obscuridad.

 

Bendigo la Luz del Amor que te cobija.

Bendigo el sol que llena de energía tu alma.

 

Bendigo tu luz y tu pureza.

Bendigo tu esencia Divina.

Bendigo tu fuerza para que te levante cuando estés caído.

 

Bendigo las oportunidades que descubres en ti, al usar la sabiduría y la creatividad para la disolver las barreras.

 

Bendigo el Amor que llevas dentro para que seas cada día más humilde.

Bendigo el aire que respiras, para que puedas seguir avanzando.

 

Bendigo cada célula, cada órgano y cada glándula de tu cuerpo para que disfrutes  de salud eterna.

Bendigo tu presente para que recuerdes que solo existe el momento en el que estás ahora.

 

Bendigo tus días y tus noches.

Bendigo la luna que te observa en silencio.

Bendigo tus entradas y tus salidas.

 

Bendigo tu cuerpo donde habita tu alma.

Bendigo tus talentos y tus dones.

Bendigo tu libre albedrio para que siempre escojas el camino correcto.

 

Bendigo todo de ti, para que solo lo bueno te acompañe siempre. ️

 

Luz

Paz

Bien

Amor




jueves, 20 de octubre de 2022

Padre Nuestro, Padre de la Naturaleza

 


Padre nuestro que estás en el bosque,
en el mar, el desierto y la ciudad.
Santificada sea tu creación,
pletórica de desarrollo
fuerza y vida.

 

Venga a nosotros tu sabiduría,
para proteger y desarrollar la belleza
que se nos ha dado,
que está en la flor y el arcoíris,
en el agua y la fértil madre tierra,
en el cálido aliento del sol
y en la fresca oscuridad del descanso.

 

Hágase Señor tu voluntad,
para que seamos los hombres
a tu imagen y semejanza
los que asumamos el reto,
de mantener el proceso vital de tu creación.

 

Danos hoy el verdor de cada día,
en el prado y en el monte,
en el jardín y en la tierra que agoniza.

 

Perdona nuestra irresponsabilidad,
al no cuidar de la tierra
que nos has dado.

 

Como nosotros por tu amor,
perdonamos a los contaminadores,
y les instamos con vehemencia
que abandonen su trabajo de destrucción.

 

Y no nos dejes caer en la desertización,
que a la muerte conduce,
que niega tu obra,
y aniquila la vida.

 

Y líbranos del conformismo,
para que se transformen nuestras vidas,
en fuerza dinámica,
que reproduce la vida. 

Amén

 

martes, 18 de octubre de 2022

Cambiar el mundo



Llegó una vez un profeta a una ciudad y comenzó a gritar, en su plaza mayor, que era necesario un cambio de la marcha del país. El profeta gritaba y gritaba y una multitud considerable acudió a escuchar sus voces, aunque más por curiosidad que por interés.

Y el profeta ponía toda su alma en sus voces, exigiendo el cambio de las costumbres. Pero, según pasaban los días, eran menos cada vez los curiosos que rodeaban al profeta y ni una sola persona parecía dispuesta a cambiar de vida.  Pero el profeta no se desalentaba y seguía gritando. Hasta que un día ya nadie se detuvo a escuchar sus voces. Mas el profeta seguía gritando en la soledad de la gran plaza. Y pasaban los días. Y el profeta seguía gritando. Y nadie le escuchaba.

Al fin, alguien se acercó y le preguntó: "¿Por qué sigues gritando? ¿No ves que nadie está dispuesto a cambiar?"

"Sigo gritando" -dijo el profeta- "porque si me callara, ellos me habrían cambiado a mí."

sábado, 15 de octubre de 2022

El Tenedor

         Había una mujer que había sido diagnosticada con una enfermedad incurable y a la que le habían dado sólo tres meses de vida. Así que empezó a poner sus cosas «en orden». Contactó a su sacerdote y lo citó en su casa para discutir algunos aspectos de su última voluntad. Le dijo qué canciones quería que se cantaran en su funeral, qué lecturas hacer y con qué traje deseaba ser enterrada.

 


La mujer también solicitó ser enterrada con su Biblia favorita. Todo estaba en orden y el sacerdote se estaba preparando para irse cuando la mujer recordó algún muy importante para ella. – Hay algo más, dijo ella exaltada. – Qué es?, preguntó el sacerdote. – Esto es muy importante, continuó la mujer. Quiero ser enterrada con un tenedor en mi mano derecha.

 El sacerdote quedó impávido mirando a la mujer, sin saber exactamente qué decir. – Eso lo sorprende o no? preguntó la mujer – Bueno, para ser honesto, estoy intrigado con la solicitud, dijo el sacerdote. La mujer explicó: – En todos los años que he asistido a eventos sociales y cenas de compromiso, siempre recuerdo que cuando se retiraban los platos del platillo principal, alguien inevitablemente se agachaba y decía, «Quédate con tu tenedor». Era mi parte favorita porque sabía que algo mejor estaba por venir… como pastel de chocolate o pastel de manzana.

 ¡Algo maravilloso y sustancioso! Así que quiero que la gente me vea dentro de mi ataúd con un tenedor en mi mano y quiero que se pregunten: «¿Qué onda con el tenedor?» Después quiero que usted les diga: «Se quedó con su tenedor porque lo mejor está por venir.»

 Los ojos del sacerdote se llenaron de lágrimas de alegría mientras abrazaba a la mujer despidiéndose. Él sabía que esta sería una de las últimas veces que la vería antes de su muerte. Pero también sabía que la mujer tenía un mejor concepto de la esperanza cristiana que él mismo.

 Ella sabía que algo mejor estaba por venir. Durante el funeral, la gente pasaba por el ataúd de la mujer y veían el precioso vestido que llevaba, su Biblia favorita y el tenedor puesto en su mano derecha. Una y otra vez el sacerdote escuchó la pregunta: «¿Qué onda con el tenedor?». Y una y otra vez sonrió.

 Durante su mensaje, el sacerdote les platicó a las personas la conversación que había tenido con la mujer poco tiempo antes de morir. También les habló acerca del tenedor y qué era lo que significaba para ella.

 El sacerdote les dijo a las personas cómo él no podía dejar de pensar en el tenedor y también que probablemente ellos tampoco podrían dejar de pensar en él. Estaba en lo correcto. Así que, la próxima vez que tomes en tus manos un tenedor, déjalo recordarte que lo mejor está aún por venir…

lunes, 8 de noviembre de 2021

Si tu hermano te ofende... Si tuvieran fe...

 

+ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

 

Oración inicial

Señor, hoy vengo a pedirte algo muy pequeño: “un poquito de fe”, una fe pequeñita, “como un granito de mostaza”.  Pero una fe auténtica, firme, capaz de mover montañas. Te pido una fe humilde, sencilla, viva, transparente y contagiosa, como la de tu madre María. Haz que sepa fiarme de Ti como ella se fio.

 

 

Del santo Evangelio según san Lucas 17, 1-6


En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "No es posible evitar que existan ocasiones de pecado, pero ¡ay de aquel que las provoca! Más le valdría ser arrojado al mar con una piedra de molino sujeta al cuello, que ser ocasión de pecado para la gente sencilla. Tengan, pues, cuidado. Si tu hermano te ofende, trata de corregirlo; y si se arrepiente, perdónalo. Y si te ofende siete veces al día, y siete veces viene a ti para decirte que se arrepiente, perdónalo".

Los apóstoles dijeron entonces al Señor: "Auméntanos la fe". El Señor les contestó: "Si tuvieran fe, aunque fuera tan pequeña como una semilla de mostaza, podrían decirle a ese árbol frondoso: ‘Arráncate de raíz y plántate en el mar’, y los obedecería".

Palabra del Señor.

 

 

Reflexión

h Hoy, el Evangelio nos habla de tres temas importantes. En primer lugar, de nuestra actitud ante los niños. Si en otras ocasiones se nos hizo el elogio de la infancia, en ésta se nos advierte del mal que se les puede ocasionar.

Escandalizar no es alborotar o extrañar, como a veces se entiende; la palabra griega usada por el evangelista fue “skandalon”, que significa objeto que hace tropezar o resbalar, una piedra en el camino o una piel de plátano, para entendernos. Al niño hay que tenerle mucho respeto, y ¡ay de aquél que de cualquier manera le inicie en el pecado! (cf. Lc 17,1). Jesús le anuncia un castigo tremendo y lo hace con una imagen muy elocuente. Todavía se ven en Tierra Santa piedras de molino antiguas; son una especie de grandes diávolos (se parecen también, en mayor tamaño, a los collares que se ponen en el cuello a los traumatizados). Introducir la piedra en el escandalizador y echarlo al agua expresa un terrible castigo. Jesús utiliza un lenguaje casi de humor negro. ¡Pobres de nosotros si dañamos a los niños! ¡Pobres de nosotros si les iniciamos en el pecado! Y hay muchas formas de perjudicarlos: mentir, ambicionar, triunfar injustamente, dedicarse a menesteres que satisfarán su vanidad...

En segundo lugar, el perdón. Jesús nos pide que perdonemos tantas veces como sea necesario, y aún en el mismo día, si el otro está arrepentido, aunque nos escueza el alma: «Si tu hermano peca, repréndele; y si se arrepiente, perdónale» (Lc 17,3). El termómetro de la caridad es la capacidad de perdonar.

En tercer lugar, la fe: más que una riqueza del entendimiento (en sentido meramente humano), es un “estado de ánimo”, fruto de la experiencia de Dios, de poder obrar contando con su confianza. «La fe es el principio de la verdadera vida», dice san Ignacio de Antioquía. Quien actúa con fe logra cosas asombrosas, así lo expresa el Señor al decir: «Si tuvieras fe como un grano de mostaza, habrías dicho a este sicómoro: ‘Arráncate y plántate en el mar’, y les habría obedecido» (Lc 17,6).

 

 

Para la reflexión personal

 

a)   ¿Qué actitudes debemos desterrar de nuestra vida para no ser motivo de escándalo para los demás?

 

b)  ¿Qué nos cuesta más: perdonar o pedir perdón?

 

c)   Gracias a nuestra fe somos capaces de realizar cosas que con nuestras propias fuerzas humanas no podríamos hacer. ¿Qué ejemplos podríamos aducir?

 

 

Medita la oración hecha canción.

 

https://n9.cl/nod86

 

 

ORACIÓN: ¿Qué le digo a Dios?

 

Orar, es responderle al Señor que nos habla primero. Estamos queriendo escuchar su Palabra Salvadora. Esta Palabra es muy distinta a lo que el mundo nos ofrece y es el momento de decirle algo al Señor.

 

Reza un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria

 

 

Pidámosle a Santa María, Madre de Jesús y Madre nuestra, su ayuda.

Madre mía: sé que mi formación me debe conducir a parecerme cada vez más a tu Hijo, quien es el camino, la verdad y la vida, para poder, por mi parte, conducir a mis ovejas a la vida eterna.

Es tan grande la configuración con Cristo que tiene el sacerdote, que quizá no acabamos de darnos cuenta de ese tesoro, y no lo aprovechamos suficientemente.

Me doy cuenta de que necesito crecer en vida sobrenatural, para no dejarme llevar por las cosas de este mundo y mantener mi mirada en el cielo, en el rostro de Cristo, mi modelo.

Amén.

 

+ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

 

 

Padre José Luis Romero Landeros IJS

 

 

Referencias:

Espada de dos filos.

Mi vida en Xto.

La oración nuestra de cada día.

Jóvenes católicos.

Ocarm.

Rezandovoy

domingo, 7 de noviembre de 2021

Esa pobre viuda, ha dado todo.

 

+ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

 

Oración inicial

Solo cuando das lo último que te queda, demuestras que confías absolutamente. El primer céntimo no indica nada; el último lo expresa todo. Decía S. Ambrosio: “Dios no se fija tanto en lo que damos, cuanto en lo que reservamos para nosotros”. “El que se pone a la búsqueda de Dios y vende todo lo que posee excepto el último dinero, es un loco, porque precisamente con el último dinero se compra a Dios” (Proverbio chino).

 

 

Del santo Evangelio según san Marcos 12, 38-44

En aquel tiempo, enseñaba Jesús a la multitud y le decía: "¡Cuidado con los escribas! Les encanta pasearse con amplios ropajes y recibir reverencias en las calles; buscan los asientos de honor en las sinagogas y los primeros puestos en los banquetes; se echan sobre los bienes de las viudas haciendo ostentación de largos rezos. Éstos recibirán un castigo muy riguroso".


En una ocasión Jesús estaba sentado frente a las alcancías del templo, mirando cómo la gente echaba allí sus monedas. Muchos ricos daban en abundancia. En esto, se acercó una viuda pobre y echó dos moneditas de muy poco valor. Llamando entonces a sus discípulos, Jesús les dijo: "Yo les aseguro que esa pobre viuda ha echado en la alcancía más que todos. Porque los demás han echado de lo que les sobraba; pero ésta, en su pobreza, ha echado todo lo que tenía para vivir".

Palabra del Señor.

 

 

Reflexión

h “Estando Jesús sentado”. En el evangelio el estar “sentado” significa que Jesús estaba “enseñando”. Y la enseñanza de Jesús consiste en el contraste de la enseñanza de los escribas y la de la pobre viuda. Con los maestros de Israel, Jesús es muy duro: “Ellos buscan ropajes especiales, recompensas sociales, títulos de grandeza. afán por los lugares destacados, y lo que es peor: el enriquecimiento a costa de las pobres viudas. Frente a éstos está una viuda que sólo tiene dos moneditas de cobre y las entrega sin quedarse nada. ¿Quién es el verdadero maestro?  Y dice Jesús: esa pobre viuda, ella es la que nos da la auténtica lección “desde la vida”. Jesús, como Maestro, se ve reflejado en ella.

1.– La mirada de Dios se recrea en lo poco, en lo pequeño.

En la viuda de Sarepta se habla de “un poco de agua”, “un trozo de pan”, “un puñado de harina”, “un poco de aceite”, “un poco de leña”. Dios creó a Adán, el primer hombre, con “un poco de barro”. Cuando Dios quiere elegir rey para su pueblo, envía al profeta Samuel a casa de Isaí. Por allí van pasando los hijos mayores, robustos, fornidos, pero no era ninguno de ellos el elegido. Y pregunta Samuel: ¿Ya no te quedan más hijos? Sí, “el pequeño, que está cuidando el ganado”. ¡Ése es! Y sigue el texto: «La mirada de Dios no es como la del hombre. El hombre mira las apariencias, pero Dios mira el corazón” (1Sam. 16,7). Y a la hora de elegirse una madre no se va a la sabia Grecia o a la opulenta Roma, sino a Nazaret, un pueblo desconocido dentro de la desconocida Palestina. Y ahí se fija en una sencilla y pobre doncella. ¿Qué ha visto Dios en esta muchacha? “La pequeñez de su esclava”.  Y en el evangelio de hoy se fija en “las dos monedas de una pobre viuda”.

2.- ¡Qué a gusto trabaja Dios con lo pequeño! ¡Qué cosas tan bellas y bonitas sabe hacer!

¿Qué hizo Dios con la viuda de Sarepta? ¿Acaso le compensó después con grandes bienes? No. Pero le hizo una promesa: “La orza de harina no se vaciará, la alcuza de aceite no se agotará”. Las riquezas de los ricos, se acaban; la fama de los poderosos, se destruye; el corazón lleno de grandezas y de vanidades, se vacía. Pero la vida de aquellos que “tienen alma de pobre” siempre está regada por la “acequia de Dios”. De ahí brota un agua subterránea y misteriosa de felicidad.  Allá en el Templo de Jerusalén, estaba “la cámara del tesoro” con 13 cajas o cepillos, a manera de embudos invertidos para que no los pudieran robar. El número 13 estaba destinado a los holocaustos., donde se quemaba toda la ofrenda. Allí depositó la viuda sus monedas. Podía haber entregado una moneda y guardar la segunda para poder comer al día siguiente. Ella, al ofrecer las dos monedas, ofrece a Dios el holocausto de su vida:  con su presente y su futuro. Se abandona en manos de Dios. Ella será modelo de fe en todos los tiempos.  La esencia de la fe consiste en “fiarse de Dios”. Como se fio Abrahán, como se fio María “La creyente”. Como se fio Pablo: “Sé muy bien de quien me he fiado” (2Tim. 1,12).

3.– Y yo, ¿Qué le puedo ofrecer a Dios?

No ofrezcas “de lo que te sobra” pues estarías todavía en el A.T.  Tampoco te limites a dar cosas sin darte a ti mismo. El Samaritano, si se hubiera limitado a dejarle unas monedas a aquel que estaba medio muerto, se hubiera muerto con unas monedas, pero se hubiera muerto. Necesitaba su persona, su cabalgadura para llevarlo al posadero, su interés por hacerle un seguimiento. No te limites a dar “de lo que tienes” sino “de lo que eres”. Durante la vida has de ir desprendiéndote poco a poco de ti mismo..

 

 

Para la reflexión personal

 

a)   ¿Cuándo voy a aprender a dar lecciones con la vida, no sólo con las palabras?

 

b)   Dios creó el mundo “de la nada”. ¿Le doy a Dios mi nada, para que pueda seguir creando en mí cosas admirables?

 

c)    Si soy un bonito regalo de Dios, ¿sé hacer de mi vida un don para los demás?

 

Medita la oración hecha canción.

 

https://n9.cl/62msx

 

 

ORACIÓN: ¿Qué le digo a Dios?

 

Orar, es responderle al Señor que nos habla primero. Estamos queriendo escuchar su Palabra Salvadora. Esta Palabra es muy distinta a lo que el mundo nos ofrece y es el momento de decirle algo al Señor.

 

Reza un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria

 

 

Pidámosle a Santa María, Madre de Jesús y Madre nuestra, su ayuda.

Madre nuestra: tú supiste desprenderte hasta de tu propio Hijo para colaborar en la obra de la redención. Ofreciste tu sufrimiento como corredentora al pie de la Cruz, sabiendo que era muy valioso a los ojos de Dios, como dulce ofrenda para la salvación de todos los hombres.

Enséñanos, Madre, a convertir el sufrimiento en oración, en ofrenda grata a Dios. A darle sentido sobrenatural a todo lo que hacemos, sobre todo a todo lo que dejamos por amor a tu Hijo, para sentir la alegría de la verdadera entrega, y que no haya nada que nos ate a las cosas del mundo.

Amén.

 

+ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

 

 

Padre José Luis Romero Landeros IJS

 

 

Referencias:

Espada de dos filos.

Mi vida en Xto.

La oración nuestra de cada día.

Jóvenes católicos.

Ocarm.

Rezandovoy

La vida pasa rápido

  Esta vida pasará rápido,  no pelees con la gente,  no critiques tanto tu cuerpo. No te quejes tanto. No pierdas el sueño por las facturas....