+ En el nombre
del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Oración inicial
Señor,
hoy me toca rezar con un tema precioso: el de la oración que Tú mismo nos
dejaste: la oración del Padre Nuestro. Santa Teresa nos cuenta que se
“atascaba” en la primera palabra y no podía seguir. Con sólo pronunciar el
nombre de “PADRE” se le henchía el corazón de afectos, sentimientos, emociones,
y no cesaba de darte gracias por habernos dejado esta oración tan preciosa. Que
yo también, Señor, la disfrute hoy y la convierta en carne de mi carne y vida
de mi vida.
Del santo Evangelio según san Lucas 11, 1-4
Un
día, Jesús estaba orando y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo:
"Señor, enséñanos a orar, como Juan enseñó a sus discípulos".
Entonces Jesús les dijo: "Cuando oren, digan: Padre, santificado sea tu nombre, venga tu Reino, danos hoy nuestro pan de cada día y perdona nuestras ofensas, puesto que también nosotros perdonamos a todo aquel que nos ofende, y no nos dejes caer en tentación".
Palabra del Señor.
Reflexión
Hoy
vemos cómo uno de los discípulos le dice a Jesús: «Señor, enséñanos a orar,
como enseñó Juan a sus discípulos». La respuesta de Jesús: «Cuando oréis,
decid: Padre, santificado sea tu Nombre, venga tu Reino, danos cada día nuestro
pan cotidiano, y perdónanos nuestros pecados porque también nosotros perdonamos
a todo el que nos debe, y no nos dejes caer en tentación», puede ser resumida
con una frase: la correcta disposición para la oración cristiana es la
disposición de un niño delante de su padre.
Vemos
enseguida que la oración, según Jesús, es un trato del tipo “padre-hijo”. Es
decir, es un asunto familiar basado en una relación de familiaridad y amor. La
imagen de Dios como padre nos habla de una relación basada en el afecto y en la
intimidad, y no de poder y autoridad.
Cuando
los hijos hablan con sus padres se fijan en una cosa: transmitir en palabras y
lenguaje corporal lo que sienten en el corazón. Llegamos a ser mejores mujeres
y hombres de oración cuando nuestro trato con Dios se hace más íntimo, como el
de un padre con su hijo. De eso nos dejó ejemplo Jesús mismo. Él es el camino.
Y,
si acudes a la Virgen, maestra de oración, ¡qué fácil te será! De hecho, «la contemplación
de Cristo tiene en María su modelo insuperable. El rostro del Hijo le pertenece
de un modo especial (...). Nadie se ha dedicado con la asiduidad de María a la
contemplación del rostro de Cristo» (Juan Pablo II).
Para la reflexión personal
Tomemos conciencia de que el Padrenuestro es la oración
fundamental del cristiano, la oración que nos hace hijos y hermanos. Y no solo
es una oración teórica, sino un programa de vida.
a)
¿Cómo rezamos la oración del Padrenuestro? ¿Cómo intentamos
ponerla en práctica?
b)
¿Qué nos enseñan cada una de las peticiones que contiene el
Padrenuestro?
c)
Para Jesús, la oración ocupaba un lugar importante en su
ministerio. ¿Qué papel juega la oración en nuestra vida?
Medita la oración hecha canción.
ORACIÓN: ¿Qué le digo a Dios?
Orar,
es responderle al Señor que nos habla primero. Estamos queriendo escuchar su
Palabra Salvadora. Esta Palabra es muy distinta a lo que el mundo nos ofrece y
es el momento de decirle algo al Señor.
Reza un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria
Pidámosle a Santa María, su maternal ayuda.
Madre
nuestra: conocemos
la eficacia del Santo Rosario, y sabemos que es una devoción que te agrada
mucho, porque tú misma has pedido que lo recemos. Pero puede pasar que nuestras
constantes ocupaciones en el ministerio pastoral nos dificulten dejar lo que
haga falta para rezarlo con atención y devoción.
Ayúdanos,
Madre, a ser buenos hijos, cantándote a diario lo que es para ti una dulce
melodía.
Amén.
+ En el nombre
del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Padre José Luis Romero
Landeros IJS
Referencias:
Espada de dos
filos.
Mi vida en Xto.
La oración
nuestra de cada día.
Jóvenes
católicos.
Ocarm.
Rezandovoy
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