+ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Oración inicial
En
este momento de oración, te pido Señor, que no me cierre nunca a lo que Tú me
dices, a lo que Tú me pides, a lo que Tú me quieres dar. No quiero tener la
mirada corta de los fariseos, encerrados en sí mismos y en el modo único y
exclusivo de interpretar la ley. Yo quiero tener mi alma siempre abierta a la
verdad, no a las verdades de los fariseos: ni los de entonces ni los de ahora,
sino a Ti, Señor, que eres la misma Verdad.
Del santo Evangelio según san Marcos 8, 11-13
En aquel tiempo, se acercaron a Jesús los fariseos y se pusieron a discutir con él, y para ponerlo a prueba, le pedían una señal del cielo. Jesús suspiró profundamente y dijo: "¿Por qué esta gente busca una señal? Les aseguro que a esta gente no se le dará ninguna señal".
Entonces
los dejó, se embarcó de nuevo y se fue a la otra orilla.
Palabra del Señor.
Reflexión
h
Hoy, el Evangelio parece que no
nos diga mucho ni de Jesús ni de nosotros mismos. «¿Por qué esta generación
pide una señal?». San Juan Pablo II, comentando este episodio de la vida de
Jesucristo, dice: «Jesús invita al discernimiento respecto a las palabras y las
obras que testifican (son “señal de”) la llegada del reino del Padre». Parece
que a los judíos que interrogan a Jesús les falta la capacidad o la voluntad de
discernir aquella señal que —de hecho— es toda la actuación, obras y palabras
del Señor.
También
hoy día se piden señales a Jesús: que haga notar su presencia en el mundo o que
nos diga de una manera evidente cómo hemos de actuar nosotros. El Papa nos hace
ver que la negativa de Jesucristo a dar una señal a los judíos —y, por tanto,
también a nosotros— se debe a que quiere «cambiar la lógica del mundo,
orientada a buscar signos que confirmen el deseo de autoafirmación y de poder
del hombre». Los judíos no querían un signo cualquiera, sino aquel que indicara
que Jesús era el tipo de mesías que ellos esperaban. No aguardaban al que venía
para salvarlos, sino el que venía a dar seguridad a su visión de cómo se tenían
que hacer las cosas.
En
definitiva, cuando los judíos del tiempo de Jesús como también los cristianos
de ahora pedimos —de una manera u otra— una señal, lo que hacemos es pedir a
Dios que actúe según nuestra manera, la que nosotros creemos más acertada y que
de hecho apoye a nuestro modo de pensar. Y Dios, que sabe y puede más (y por
eso pedimos en el Padrenuestro que se haga “su” voluntad), tiene sus caminos,
aunque a nosotros no nos sea fácil comprenderlos. Pero Él, que se deja
encontrar por todos los que le buscan, también, si le pedimos discernimiento,
nos hará comprender cuál es su manera de obrar y cómo podemos distinguir hoy
sus signos.
Para la reflexión personal
A la luz de este breve episodio
proponemos algunos interrogantes que nos pueden ayudar a meditar centrando
nuestra atención en los protagonistas: Jesús y los fariseos.
a)
Al igual que los fariseos, también nosotros pedimos al Señor
señales del cielo, ¿cuáles son? ¿Somos capaces de descubrir al Señor en la vida
cotidiana o buscamos cosas espectaculares?
b)
¿Qué señales encontramos a nuestro alrededor que nos hablan de la
presencia del Señor?
c)
¿De qué modo podemos ser hoy signos de Cristo resucitado, de
esperanza, en nuestro ambiente (trabajo, familia, amistades, Iglesia...)?
Medita la oración hecha canción.
ORACIÓN: ¿Qué le digo a Dios?
Orar,
es responderle al Señor que nos habla primero. Estamos queriendo escuchar su
Palabra Salvadora. Esta Palabra es muy distinta a lo que el mundo nos ofrece y
es el momento de decirle algo al Señor.
Reza un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria
Pidámosle a Santa María, nuestra Madre, su ayuda.
Madre
mía: tú eres un faro resplandeciente, una
señal segura para nuestros naufragios, ayúdanos a estar siempre bien, y
dispuestos y preparados para la venida de tu Hijo.
Amén.
+ En el nombre
del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Padre José Luis Romero
Landeros IJS
Referencias:
Espada de dos
filos.
Mi vida en Xto.
La oración
nuestra de cada día.
Jóvenes
católicos.
Ocarm.
Rezandovoy
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