+ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Oración inicial
Señor,
al estar contigo este momento de oración quiero afirmarme en mi realidad de ser
persona abierta al mundo de Dios. Un mundo cerrado en mí mismo o en las cosas
de este mundo es un mundo pequeño, finito, intrascendente. El hombre está hecho
de barro y de un soplo divino. El barro nos ata a las realidades de este mundo
y el soplo nos supera y nos apunta a un mundo invisible pero maravilloso. “Hay
algo en el hombre que supera al hombre mismo”. Y yo, en mi oración, soy testigo
de que eso es verdad. Gracias, Señor.
Del santo
Evangelio según san Juan 3, 31-36
El que viene de lo alto está por encima de todos; pero el que viene de la tierra pertenece a la tierra y habla de las cosas de la tierra. El que viene del cielo está por encima de todos. Da testimonio de lo que ha visto y oído, pero nadie acepta su testimonio. El que acepta su testimonio certifica que Dios es veraz. Aquel a quien Dios envió habla las palabras de Dios, porque Dios le ha concedido sin medida su Espíritu.
El
Padre ama a su Hijo y todo lo ha puesto en sus manos. El que cree en el Hijo
tiene vida eterna. Pero el que es rebelde al Hijo no verá la vida, porque la
cólera divina perdura en contra de él.
Palabra del Señor.
Reflexión
h
El Evangelio nos invita a dejar de ser “terrenales”, a dejar de ser hombres que
sólo hablan de cosas mundanas, para hablar y movernos como «el que viene de
arriba», que es Jesús. En este texto vemos —una vez más— que en la radicalidad
evangélica no hay término medio. Es necesario que en todo momento y
circunstancia nos esforcemos por tener el pensamiento de Dios, ambicionemos
tener los mismos sentimientos de Cristo y aspiremos a mirar a los hombres y las
circunstancias con la misma mirada del Verbo hecho hombre. Si actuamos como “el
que viene de arriba” descubriremos el montón de cosas positivas que pasan
continuamente a nuestro alrededor, porque el amor de Dios es acción continua a
favor del hombre. Si venimos de lo alto amaremos a todo el mundo sin excepción,
siendo nuestra vida una tarjeta de invitación para hacer lo mismo.
«El
que viene de arriba está por encima de todos», por esto puede servir a cada
hombre y a cada mujer justo en aquello que necesita; además «da testimonio de
lo que ha visto y oído». Y su servicio tiene el sello de la gratuidad. Esta
actitud de servir sin esperar nada a cambio, sin necesitar la respuesta del
otro, crea un ambiente profundamente humano y de respeto al libre albedrío de
la persona; esta actitud se contagia y los otros se sienten libremente movidos
a responder y actuar de la misma manera.
Servicio
y testimonio siempre van juntos, el uno y el otro se identifican. Nuestro mundo
tiene necesidad de aquello que es auténtico: ¿Qué más auténtico que las
palabras de Dios?, ¿Qué más auténtico que quien «da el Espíritu sin medida» Es
por esto que «el que acepta su testimonio certifica que Dios es veraz».
“Creer
en el Hijo” quiere decir tener vida eterna, significa que el día del Juicio no
pesa encima del creyente porque ya ha sido juzgado y con un juicio favorable;
en cambio, «el que rehúsa creer en el Hijo, no verá la vida, sino que la cólera
de Dios permanece sobre él»..., mientras no crea.
Para la reflexión
personal
a) ¿Qué significa para cada uno de nosotros aceptar o rechazar a Jesús?
b) ¿Qué llamadas nos hace Jesús con su testimonio de Dios?
Medita la oración
hecha canción.
ORACIÓN: ¿Qué le digo
a Dios?
Orar,
es responderle al Señor que nos habla primero. Estamos queriendo escuchar su
Palabra Salvadora. Esta Palabra es muy distinta a lo que el mundo nos ofrece y
es el momento de decirle algo al Señor.
Reza un Padre Nuestro,
un Ave María y un Gloria
Pidámosle a Santa María,
nuestra Madre, su ayuda.
Virgen
de Guadalupe: tú
le diste a san Juan Diego un encargo, y le pediste que subiera al cerro a
cortar rosas, fuera de lugar y tiempo; él obedeció, y Dios hizo, por su fe, lo
que no ha hecho con ninguna otra nación.
Yo
quiero también obedecer siempre, cumplir la voluntad de Dios, pero a veces, por
mi fragilidad, no lo consigo. Ayúdame a dar un buen testimonio con mis obras de
fe.
¿Qué
debemos hacer nosotros para tener una fe fuerte, y colaborar así para que la
luz de Cristo se irradie por todo el mundo? ¿Cómo debe luchar un sacerdote ante
su propia fragilidad?
Madre
de Cristo, Sumo y Eterno Sacerdote: déjame entrar a tu corazón, y modela mi
alma conforme a tu Hijo Jesucristo.
Amén.
+ En el nombre
del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Padre José Luis Romero Landeros IJS
Referencias:
Espada de dos
filos.
Mi vida en Xto.
La oración
nuestra de cada día.
Jóvenes
católicos.
Ocarm.
Rezandovoy
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