+ En el nombre
del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Oración inicial
Señor, como
hicieron tus discípulos, yo también hoy te pido con sencillez y humildad:
Enséñame a orar. No necesito la enseñanza de los sabios ni de los entendidos de
este mundo. Tampoco necesito lecciones de oración de otras religiones. Ni
siquiera de la religión judía. Quiero que me enseñes Tú y sólo Tú. Quiero que
me transmitas tus sentimientos, tus emociones, tu latido interior, cuando
orabas al Padre en la soledad y silencio de una noche en Galilea o en Jerusalén. Quiero orar como
orabas Tú.
Del santo Evangelio según san Lucas 10, 38-42
En aquel tiempo, entró Jesús en un poblado, y una mujer, llamada Marta, lo recibió en su casa. Ella tenía una hermana, llamada María, la cual se sentó a los pies de Jesús y se puso a escuchar su palabra. Marta, entre tanto, se afanaba en diversos quehaceres, hasta que, acercándose a Jesús, le dijo: "Señor, ¿no te has dado cuenta de que mi hermana me ha dejado sola con todo el quehacer? Dile que me ayude".
El Señor le respondió: "Marta, Marta, muchas cosas te preocupan y
te inquietan, siendo así que una sola es necesaria. María escogió la mejor
parte y nadie se la quitará".
Palabra del Señor.
Reflexión
h
Hoy, como cada día, puedes aprender del
Evangelio. Jesús, invitado en el hogar de Betania, nos da una lección de
humanidad: Él, que quería a la gente, se deja querer, porque las dos cosas son
importantes. Rechazar las muestras de afecto, de Dios y de los demás, sería un
grave error, de consecuencias nefastas para la santidad.
¿Marta o María? Pero..., ¿por qué enfrentar a quienes
tanto se querían, y querían tanto a Dios? Jesús amaba a Marta y María, y a su
hermano Lázaro, y nos ama a cada uno de nosotros.
En el camino de la santidad no hay dos almas iguales.
Todos procuramos amar a Dios, pero con estilo y personalidad propios, sin
imitar a nadie. Nuestro modelo está en Cristo y la Virgen. ¿Te molesta la
manera de tratar a Dios de otros? Intenta aprender de su piedad personal.
«Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola en
el trabajo? Dile, pues, que me ayude». Servir a los demás, por amor a Dios, es
un honor, no una carga. ¿Servimos con alegría, como la Virgen a su prima santa
Isabel o en las bodas de Caná, o como Jesús, en el lavatorio de los pies en la
Última Cena?
«Marta, Marta, te preocupas y te agitas por muchas
cosas; y hay necesidad de pocas, o mejor, de una sola». No perdamos la paz, ni
el buen humor. Y para eso, cuidemos la presencia de Dios. «Sabedlo bien: hay un
algo santo, divino, escondido en las situaciones más comunes, que toca a cada
uno de vosotros descubrir (…); o sabemos encontrar en nuestra vida ordinaria al
Señor, o no lo encontraremos nunca» (San Josemaría).
«María ha elegido la mejor parte, que no le será
quitada». Dios nos quiere felices. Que nuestra Madre del Cielo nos ayude a
experimentar la alegría de la entrega.
Para la reflexión personal
En la figura de las dos hermanas, Marta y María,
descubrimos dos actitudes importantes que siempre deben estar presentes en la
vida de los cristianos: escucha atenta de la Palabra de Dios y de las
necesidades de la gente. Estas dos actitudes no son contrarias, sino
complementarias.
a)
¿Cómo acogemos a Jesús en nuestra vida?
b) ¿Cómo es nuestra actitud de escucha
de la Palabra de Dios en un mundo de tantas prisas y ruidos?
c) ¿Cómo equilibramos en nuestra vida la
actividad de Marta y la vida contemplativa de María?
Medita la oración hecha canción.
ORACIÓN: ¿Qué le digo a Dios?
Orar,
es responderle al Señor que nos habla primero. Estamos queriendo escuchar su
Palabra Salvadora. Esta Palabra es muy distinta a lo que el mundo nos ofrece y
es el momento de decirle algo al Señor.
Reza un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria
Pidámosle a Santa Faustina Kowalska, su ayuda.
Santa
Faustina: me alegro contigo en la fiesta que hoy se celebra en tu honor en el
cielo, y pido tu consejo para vivir y ejercer mi ministerio con más confianza
en la Divina Misericordia. Déjame entrar a tu corazón para escucharte.
Amén.
+ En el nombre
del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Padre José Luis Romero Landeros IJS
Referencias:
Espada de dos
filos.
Mi vida en Xto.
La oración
nuestra de cada día.
Jóvenes
católicos.
Ocarm.
Rezandovoy
No hay comentarios.:
Publicar un comentario