lunes, 14 de octubre de 2019

¿Que tengo dentro de mí?


+ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Oración inicial

Al comenzar este momento de oración me pongo en tu presencia, Señor. ¡Qué confianza saber que siempre estás conmigo! Ilumina mi oración y dame la fuerza para hacer vida tus enseñanzas.


Del santo Evangelio según san Lucas: 11, 37-41

En aquel tiempo, un fariseo invitó a Jesús a comer. Jesús fue a la casa del fariseo y se sentó a la mesa. El fariseo se extrañó de que Jesús no hubiera cumplido con la ceremonia de lavarse las manos antes de comer.
Pero el Señor le dijo: “Ustedes, los fariseos, limpian el exterior del vaso y del plato; en cambio, el interior de ustedes está lleno de robos y maldad. ¡Insensatos! ¿Acaso el que hizo lo exterior no hizo también lo interior? Den más bien limosna de lo que tienen y todo lo de ustedes quedará limpio”.
Palabra del Señor.


Reflexión

En el evangelio de hoy sigue la relación tensa entre Jesús y las autoridades religiosas de aquel tiempo.

A pesar de la relación tensa, había algo familiar entre Jesús y los fariseos.

Convidado a comer en casa de ellos, Jesús acepta la invitación de comer en casa del fariseo, pero no cambia su manera de actuar, pues se sienta sin antes lavarse las manos.

En aquel tiempo, lavarse las manos antes de las comidas era una obligación religiosa, impuesta a la gente en nombre de la pureza, exigida por la ley de Dios.

El fariseo se extrañó viendo que Jesús no observa esta norma religiosa.

Y, a pesar de ser totalmente diferentes, el fariseo y Jesús tenían algo en común: la seriedad de vida. La forma de vivir de los fariseos era así: cada día dedicaban ocho horas al estudio y a la meditación de la ley de Dios, otras ochos horas al trabajo para poder dar de comer a la familia, y dedicaban otras ocho horas al descanso. Este testimonio serio de su vida les daba un gran sentido de liderazgo popular.

Los fariseos observaban la ley al pie de la letra. Miraban sólo la letra y, por esto, eran incapaces de percibir el espíritu de la ley, el objetivo que la observancia de la ley quería alcanzar en la vida de las personas. Por ejemplo, en la ley está escrito: “Ama a tu prójimo como a ti mismo” (Lv 19,18). Y ellos comentaban: “Debemos amar al prójimo, pero sólo al prójimo, a los otros ¡no!”

Y de allí nacía la discusión sobre la cuestión: “¿Quién es mi prójimo?” (Lc 10,29)

Sólo observa plenamente la ley de Dios aquel que, más allá de la letra, va hasta la raíz y arranca desde dentro de sí los deseos de “robo y de maldad” que pueden llevar al asesinato, al robo, al adulterio.

La plenitud de la ley se realiza en la práctica del amor

Para la reflexión personal

a)   ¿Cómo practico el diálogo en familia, en el trabajo y en la comunidad?

Medita la oración hecha canción.


Reza un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria


Pidámosle a María su maternal ayuda.


Oh María, Reina del mundo,
Madre de bondad,
esperamos en tu intercesión,
confiamos a ti nuestras almas.
Acompáñanos cada día
a la fuente de la alegría.
Danos al Salvador,
nosotros nos consagraremos a Ti,
Reina del Amor.
Amén


+ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.



Padre José Luis Romero Landeros IJS

No hay comentarios.:

La vida pasa rápido

  Esta vida pasará rápido,  no pelees con la gente,  no critiques tanto tu cuerpo. No te quejes tanto. No pierdas el sueño por las facturas....