+ En el nombre
del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Oración inicial
Aquí
estoy, Señor Jesús, nuevamente para compartir contigo, para conocerte más y
dejarme iluminar por tu Palabra. Te pido que me ayudes a abrir mi mente y
corazón a la acción del Espíritu y a mantenerme en tu presencia.
Del santo Evangelio según san Lucas: 11, 42-46
En aquel tiempo, Jesús dijo:
“¡Ay de ustedes, fariseos, porque pagan diezmos hasta de la hierbabuena, de la
ruda y de todas las verduras, pero se olvidan de la justicia y del amor de
Dios! Esto debían practicar sin descuidar aquello. ¡Ay de ustedes, fariseos,
porque les gusta ocupar los lugares de honor en las sinagogas y que les hagan
reverencias en las plazas! ¡Ay de ustedes, porque son como esos sepulcros que
no se ven, sobre los cuales pasa la gente sin darse cuenta!”
Entonces tomó la palabra un
doctor de la ley y le dijo: “Maestro, al hablar así, nos insultas también a
nosotros”. Entonces Jesús le respondió: “¡Ay de ustedes también, doctores de la
ley, porque abruman a la gente con cargas insoportables, pero ustedes no las
tocan ni con la punta del dedo!”
Palabra del Señor.
Reflexión
En el evangelio de hoy
sigue la relación tensa entre Jesús y las autoridades Esta crítica de Jesús contra
los líderes religiosos de aquella época puede ser repetido contra muchos
líderes religiosos de los siglos siguientes, hasta hoy. Muchas veces, en nombre
de Dios, insistimos en detalles y olvidamos la justicia y el amor.
Por ejemplo, el jansenismo volvió árida la
vivencia de la fe, insistiendo en observancias y penitencias que desviaban a la
gente del camino de amor. La hermana carmelita Santa Teresa de Lisieux se crió
en ese ambiente jansenista que caracterizaba a Francia hacia los finales del
siglo XIX.
Fue a partir de una dolorosa experiencia personal,
que ella supo recuperar la gratuidad del amor de Dios como una fuerza que tiene
que animar por dentro la observancia de las normas.
Pues, sin la experiencia del amor, las
observancias hacen de Dios un ídolo.
Para la
reflexión personal
a) La
hipocresía mantiene una apariencia engañadora. ¿Hasta dónde actúa en mí la
hipocresía?
b) ¿Hasta
dónde actúa en nuestra Iglesia?
c)
¿Asumes tus
errores y pecados con humildad?
d) ¿O buscas mucho el perfeccionismo, eres muy vanidoso(a)?
Medita la oración hecha
canción.
Reza un Padre Nuestro, un Ave
María y un Gloria
Pidámosle a María su maternal
ayuda.
Salve,
Reina de los Cielos
y
Señora de los ángeles;
salve
raíz, salve puerta,
que
dio paso a nuestra luz.
Alégrate,
Virgen gloriosa,
entre todas la más bella;
entre todas la más bella;
salve,
agraciada doncella,
ruega
a Cristo por nosotros.
Que
con el auxilio de tan dulce intercesora,
seamos siempre fieles en el terreno caminar.
seamos siempre fieles en el terreno caminar.
Amén.
+ En el nombre
del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Padre José Luis Romero Landeros IJS
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