+ En el nombre del Padre, y del
Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Oración inicial
Señor Jesús, te doy gracias por permitirme
escuchar nuevamente tu Palabra de vida. Ayúdame a escucharla con reverencia y
buena disposición, para me ayude a ser cada día un mejor hijo del Padre.
Hago en silencio un breve examen de conciencia.
Te pido perdón Señor porque
sé que Tú me has amado hasta el extremo, pero aun así muchas veces desconfío de
ti. Descubro que mi fe es débil y por eso me desvío del camino. Pero tengo la
certeza que siempre me perdonas, porque tu misericordia es infinita. Ayúdame a
ponerme de pie cada vez que tropiece.
Del santo Evangelio según san Mateo 9, 14-15
En aquel tiempo, los discípulos de Juan fueron a
ver a Jesús y le preguntaron: "¿Por qué tus discípulos no ayunan, mientras
nosotros y los fariseos sí ayunamos?".
Jesús les respondió: "¿Cómo pueden llevar luto
los amigos del esposo, mientras él está con ellos? Pero ya vendrán días en que
les quitarán al esposo, y entonces sí ayunarán".
Palabra del Señor.
Reflexión
El evangelio de hoy es una
versión abreviada del evangelio que ya meditamos en enero, donde se nos
proponía el mismo asunto del ayuno (Mc 2,18-22), pero con una pequeña
diferencia. La liturgia de hoy omite todo lo relativo al remiendo nuevo en
trapo viejo y sobre el vino nuevo en pellejos viejos (Mt 9,16-17), y concentra
su atención en el ayuno.
Jesús no insiste en la
práctica del ayuno. El ayuno es una costumbre muy antigua, practicada en casi
todas las religiones. Jesús mismo lo practicó durante cuarenta días (Mt 4,2).
Pero él no insiste con los discípulos para que hagan lo mismo. Les deja
libertad. Por esto, los discípulos de Juan Bautista y de los fariseos, que eran
obligados a ayudar, quieren saber por qué Jesús no insiste en el ayuno.
En cuanto al novio, cuando
está con ellos no precisan ayunar. Jesús responde con una comparación. En
cuanto el novio está con los amigos del novio, esto es, durante la fiesta de
bodas, no precisan ayunar. Jesús se considera el novio. Los discípulos son los
amigos del novio. Durante el tiempo en que él, Jesús, está con los discípulos,
hay fiesta de bodas. Llegará el día en que el novio no estará. En ese tiempo,
si ellos quieren, podrán ayunar. En esta frase Jesús alude a su muerte. Sabe y
siente que, si continúa por este camino de libertad, las autoridades religiosas
querrán matarlo.
El ayuno y la abstinencia
de la carne son prácticas universales y bien actuales. Los musulmanes tienen el
ayuno del mes de Ramadán, durante el cual no comen ni beben, desde el amanecer
hasta el anochecer del sol. Cada vez más, las personas, por motivos diversos,
se imponen a sí mismas alguna forma de ayuno. El ayuno es un medio importante
para llegar a un dominio de sí mismo, a un autocontrol, como existe en casi
todas las religiones y como es apreciado por todo los deportistas.
La Biblia hace mucha
referencia al ayuno. Era una forma de hacer penitencia y provocar la
conversión. A través de la práctica del ayuno, los cristianos imitaban a Jesús
que ayunó cuarenta días. El ayuno apunta a alcanzar la libertad de mente, el
control de sí, una visión crítica de la realidad. Es un instrumento para
mantener libre la mente y para no dejarse llevar por cualquier viento. A través
del ayuno, la claridad de mente aumenta. Y es, además, una forma para cuidar
mejor la salud. El ayuno puede ser una forma de identificación con los pobres
que están forzados el año entero y raramente comen carne. Existe el ayuno como
protestación.
A pesar de que hoy no se
practica el ayuno ni la abstinencia, el objetivo que estaba en la base de esta
práctica continúa inalterada como fuerza que debe animar nuestra vida:
participar en la pasión, muerte y resurrección de Jesús. Dar la vida para poder
poseerla en Dios. Tomar conciencia de que el compromiso con el Evangelio es una
viaje sin retorno, que exige perder la vida para poderla poseer y reencontrar
todo en total libertad.
Para la reflexión
personal
a) ¿Cuál
es el verdadero ayuno que Jesús quiere que hagamos esta cuaresma?
b) ¿Con
qué actitudes viviré el encuentro con el Novio?
c) ¿Qué
estoy dispuesto a dar, para encontrar la felicidad plena?
Medita
la oración hecha canción.
ORACIÓN: ¿Qué le digo a Dios?
Orar, es
responderle al Señor que nos habla primero. Estamos queriendo escuchar su
Palabra Salvadora. Esta Palabra es muy distinta a lo que el mundo nos ofrece y
es el momento de decirle algo al Señor.
ES TU MOMENTO CON DIOS. ¡ORA!
Gracias
Buen Dios por esta oración. Te pido que me ayudes a que durante esta cuaresma
pueda alejar todo lo que distrae mi espíritu, y también acoger con alegría todo
aquello que me abra al amor a Ti y al prójimo.
Reza un Padre
Nuestro, un Ave María y un Gloria
Pidámosle a
María su maternal ayuda.
Madre
mía, Reina de la humildad: acabamos de comenzar una vez
más el tiempo de Cuaresma, ese tiempo fuerte que nos llama a la conversión.
Quisiera pedirte tu consejo para
vivir bien estos días de oración, sacrificio y obras de caridad y misericordia,
y que me ayudes a revestirme de un buen traje de bodas, para estar digno en la
Cena del Cordero.
Amén.
+ En el nombre del Padre, y del
Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Padre José Luis Romero Landeros IJS
Referencias:
Mi vida en Xto.
La oración
nuestra de cada día.
Jóvenes
católicos.
Ocarm.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario