+ En el nombre del Padre, y del
Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Oración inicial
Señor, Tú eres
grande y misericordioso. Tú sales siempre a mi encuentro y me concedes todo lo
que necesito para poder encontrarte. Te pido, Señor, que me ayudes a abrir mi
mente y mi corazón en esta oración, para que escuchando tu Palabra, pueda
hacerla vida en mí.
Del santo Evangelio según san Marcos 10, 7-15
En aquel tiempo, envió
Jesús a los Doce con estas instrucciones: "Vayan y proclamen por el camino
que ya se acerca el Reino de los cielos. Curen a los leprosos y demás enfermos;
resuciten a los muertos y echen fuera a los demonios. Gratuitamente han
recibido este poder; ejérzanlo, pues, gratuitamente. No lleven con ustedes, en
su cinturón, monedas de oro, de plata o de cobre. No lleven morral para el camino
ni dos túnicas ni sandalias ni bordón, porque el trabajador tiene derecho a su
sustento.
Cuando entren en una ciudad o en un pueblo, pregunten por alguien respetable y hospédense en su casa hasta que se vayan. Al entrar, saluden así: ‘Que haya paz en esta casa’. Y si aquella casa es digna, la paz de ustedes reinará en ella; si no es digna, el saludo de paz de ustedes no les aprovechará. Y si no los reciben o no escuchan sus palabras, al salir de aquella casa o de aquella ciudad, sacúdanse el polvo de los pies. Yo les aseguro que el día del juicio, Sodoma y Gomorra serán tratadas con menos rigor que esa ciudad".
Palabra del Señor.
Reflexión
Jesús
quiere la salvación del hombre total, en su cuerpo y en su espíritu; más aun,
ante el enigma que preocupa a la humanidad, que es la muerte, Jesús propone la
resurrección. Quien vive muerto por el pecado, cuando recupera la gracia,
experimenta una nueva vida. Éste es un gran misterio que comenzamos a
experimentar a partir de nuestro bautismo: ¡los cristianos estamos llamados a
la resurrección!
Una
muestra de cómo el Papa Francisco busca el bien del hombre: «Esta “cultura del
descarte” nos ha hecho insensibles también al derroche y al desperdicio de
alimentos. En otro tiempo nuestros abuelos cuidaban mucho que no se tirara nada
de comida sobrante. ¡El alimento que se desecha es como si se robara de la mesa
del pobre, de quien tiene hambre!».
Jesús
nos dice que seamos siempre portadores de paz. Cuando los sacerdotes llevamos
la Comunión a un enfermo decimos: «¡La paz del Señor sea en esta casa!». Y la
paz de Cristo permanece ahí, si hay personas dignas de ella. Para recibir los
dones del reino de Dios se necesita una buena disposición interior. Por otro
lado, también vemos cómo mucha gente pone excusas para no recibir el Evangelio.
Nosotros
tenemos un gran cometido entre los hombres, y es que no podemos dejar de
anunciar el Evangelio después de haber creído, porque vivimos de él y queremos
que otros también lo vivan.
Para la reflexión personal
Jesús
manda dirigirse a una persona de paz, para poder vivir en su casa. ¿Cómo sería
hoy una persona de paz a la que dirigirnos en el anuncio de la Buena
Nueva?
Medita
la oración hecha canción.
ORACIÓN: ¿Qué le digo a Dios?
Orar, es responderle
al Señor que nos habla primero. Estamos queriendo escuchar su Palabra
Salvadora. Esta Palabra es muy distinta a lo que el mundo nos ofrece y es el
momento de decirle algo al Señor.
Reza un Padre
Nuestro, un Ave María y un Gloria
Pidámosle a
María su maternal ayuda.
Madre
mía: la
compañía que ofrecías a Jesús y a sus discípulos, junto con las santas mujeres,
resultaba especialmente valiosa para la misión apostólica. Yo me imagino que a
los discípulos les costaría mucho separarse de ti cuando tu Hijo los enviaba a
predicar el Reino de Dios. Pero tú eres una buena Madre, y les darías alguna
prenda tuya que les asegurara tu presencia constante.
¿Qué
consejo me das para cumplir muy bien con mi misión?
+ En el nombre del Padre, y del
Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Padre José Luis Romero Landeros IJS
Referencias:
Mi vida en Xto.
La oración
nuestra de cada día.
Jóvenes
católicos.
Ocarm.
Rezandovoy
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