viernes, 11 de septiembre de 2020

Saca primero la paja de tu ojo.

 

+ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

 

Oración inicial

 

Señor, en la oración de esta mañana, me obligas a preguntarme: ¿Por qué sólo te fijas en lo malo de tus hermanos y no te fijas en lo malo que hay dentro de ti? Para escandalizarte de la Iglesia no es necesario ir al Vaticano. Mira dentro de ti mismo, baja al sótano de tu corazón y descubrirás que el escándalo está dentro de ti. Gracias, Señor, porque nos enseñas a ser realistas, ser auténticos y a desterrar el fariseísmo.

 

Del santo Evangelio según san Lucas 6, 39-42

En aquel tiempo, Jesús propuso a sus discípulos este ejemplo: "¿Puede acaso un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en un hoyo? El discípulo no es superior a su maestro; pero cuando termine su aprendizaje, será como su maestro.


¿Por qué ves la paja en el ojo de tu hermano y no la viga que llevas en el tuyo? ¿Cómo te atreves a decirle a tu hermano: ‘Déjame quitarte la paja que llevas en el ojo’, si no adviertes la viga que llevas en el tuyo? ¡Hipócrita! Saca primero la viga que llevas en tu ojo y entonces podrás ver, para sacar la paja del ojo de tu hermano".

Palabra del Señor.

 

Reflexión

 

No olvidemos que, en el cristianismo, todos —¡sin excepción!— somos guías, ya que el Bautismo nos confiere una participación en el sacerdocio (mediación salvadora) de Cristo: en efecto, todos los bautizados hemos recibido el sacerdocio bautismal. Y todo sacerdocio, además de las misiones de santificar y de enseñar a los demás, incorpora también el munus —la función— de regir o dirigir.

Sí, todos —queramos o no— con nuestra conducta tenemos la oportunidad de llegar a ser un modelo estimulante para aquellos que nos rodean. Pensemos, por ejemplo, en la ascendencia que unos padres tienen sobre sus hijos, los profesores sobre los alumnos, las autoridades sobre los ciudadanos, etc. El cristiano, sin embargo, debe tener una conciencia particularmente viva acerca de todo esto. Pero..., «¿podrá un ciego guiar a otro ciego?».

Para nosotros, cristianos, es como una llamada de atención aquello que los judíos y las primeras generaciones de cristianos decían de Jesucristo: «Todo lo ha hecho bien» (Mc 7,37); «El Señor comenzó a hacer y enseñar» (Hch 1,1).

 

Para la reflexión personal

 

a)   ¿Cómo podemos dejar que Jesús nos abra los ojos para ver?

 

b)   ¿Qué vigas nos cuesta detectar en nuestros ojos?

 

c)   ¿Cómo pasaríamos de la hipocresía a la autenticidad en nuestra vida cristiana?

 

Medita la oración hecha canción.

 

https://n9.cl/7rkws

 

ORACIÓN: ¿Qué le digo a Dios?

 

Orar, es responderle al Señor que nos habla primero. Estamos queriendo escuchar su Palabra Salvadora. Esta Palabra es muy distinta a lo que el mundo nos ofrece y es el momento de decirle algo al Señor.

 

Reza un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria

 

 

Pidámosle a Santa María su maternal ayuda.

 

Madre mía, Madre de misericordia: resulta fácil ver los defectos de los demás, y es más difícil ver los propios.

Mi compromiso me exige juzgar, corregir, aconsejar.

¿Cómo puedo ser un buen instrumento para llevar la misericordia de Dios a las almas?

Amén.

 

+ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

 

 

Padre José Luis Romero Landeros IJS

 

 

Referencias:

Espada de dos filos.

Mi vida en Xto.

La oración nuestra de cada día.

Jóvenes católicos.

Ocarm.

Rezandovoy

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