+ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Oración inicial
Señor, quiero
acercarme a la oración para que arranques de mi corazón todo espíritu malo,
todo aquello que me esclaviza y no me deja disfrutar de la auténtica libertad.
Dame el espíritu de amor, de servicio, de entrega, de alegría profunda. Dame,
Señor, tu Santo Espíritu.
Del santo Evangelio según san Marcos 1, 21-28
En
aquel tiempo, llegó Jesús a Cafarnaúm y el sábado siguiente fue a la sinagoga y
se puso a enseñar. Los oyentes quedaron asombrados de sus palabras, pues
enseñaba como quien tiene autoridad y no como los escribas.
Había en la sinagoga un hombre poseído por un espíritu inmundo, que se puso a gritar: "¿Qué quieres tú con nosotros, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a acabar con nosotros? Ya sé quién eres: el Santo de Dios". Jesús le ordenó: "¡Cállate y sal de él!" El espíritu inmundo, sacudiendo al hombre con violencia y dando un alarido, salió de él. Todos quedaron estupefactos y se preguntaban: "¿Qué es esto? ¿Qué nueva doctrina es ésta? Este hombre tiene autoridad para mandar hasta a los espíritus inmundos y lo obedecen". Y muy pronto se extendió su fama por toda Galilea.
Palabra del Señor.
Reflexión
h
Hoy, primer martes del tiempo
ordinario, san Marcos nos presenta a Jesús enseñando en la sinagoga y, acto
seguido, comenta: «Quedaban asombrados de su doctrina, porque les enseñaba como
quien tiene autoridad, y no como los escribas». Esta observación inicial es
impresionante. En efecto, la razón de la admiración de los oyentes, por un
lado, no es la doctrina, sino el maestro; no aquello que se explica, sino Aquél
que lo explica; y, por otro lado, no ya el predicador visto globalmente, sino
remarcado específicamente: Jesús enseñaba «con autoridad», es decir, con poder
legítimo e irrecusable. Esta particularidad queda ulteriormente confirmada por
medio de una nítida contraposición: «No lo hacía como los escribas».
Pero,
en un segundo momento, la escena de la curación del hombre poseído por un
espíritu maligno incorpora a la motivación admirativa personal el dato
doctrinal: «¿Qué es esto? ¡Una doctrina nueva, expuesta con autoridad!». Sin
embargo, notemos que el calificativo no es tanto de contenido como de
singularidad: la doctrina es «nueva». He aquí otra razón de contraste: Jesús
comunica algo inaudito (nunca como aquí este calificativo tiene sentido).
Añadimos
una tercera advertencia. La autoridad proviene, además, del hecho que a Jesús
«hasta los espíritus inmundos le obedecen». Nos encontramos ante una contraposición
tan intensa como las dos anteriores. A la autoridad del maestro y a la novedad
de la doctrina hay que sumar la fuerza contra los espíritus del mal.
Para la reflexión personal
Acudamos a la escuela donde Jesús es el Maestro y escuchemos sus
enseñanzas como alumnos atentos. Veamos la novedad de su doctrina y admiremos
su autoridad.
a) ¿Qué nos enseña Jesús hoy sobre la manera de
relacionarnos con Dios?
b) ¿Qué enseñanzas nos trae Jesús sobre la función
que tienen las instituciones religiosas: la Sinagoga en su época y las Iglesias
en la nuestra?
c) ¿Qué enseñanzas transmitimos nosotros sobre Dios,
Jesús y la religión?
Medita la oración hecha canción.
ORACIÓN: ¿Qué le digo a Dios?
Orar,
es responderle al Señor que nos habla primero. Estamos queriendo escuchar su
Palabra Salvadora. Esta Palabra es muy distinta a lo que el mundo nos ofrece y
es el momento de decirle algo al Señor.
Reza un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria
Pidámosle a Santa María, nuestra Madre, su ayuda.
Madre
mía: sé que el demonio no puede nada
contra ti, porque estás pisando todo el tiempo su cabeza.
Ayúdame
a estar bien configurado con tu Hijo, para administrar dignamente el poder que
he recibido desde el día de mi ordenación, para saber llevar la misericordia de
Dios a los hombres, para poder expulsar demonios.
Ayúdame
también a perseverar en la lucha para vencer las tentaciones y ser fortaleza
para mis hermanos.
Amén.
+ En el nombre
del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Padre José Luis Romero
Landeros IJS
Referencias:
Espada de dos
filos.
Mi vida en Xto.
La oración
nuestra de cada día.
Jóvenes
católicos.
Ocarm.
Rezandovoy
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