viernes, 27 de agosto de 2021

Cinco de ellas eran...

 

+ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

 

Oración inicial

Señor, hoy te quiero dar gracias porque siempre has pensado en positivo, en querer alegrarnos la vida, en que fuéramos felices. Tus palabras, tus gestos, tu vida, así nos lo manifiestan. Si por definición, el gozo es la posesión del amor, te pido que dilates cada día mi corazón para amar cada vez más y mejor, hasta llegar a participar del gozo perfecto que eres Tú.

 

 

Del santo Evangelio según san Mateo 25, 1-13


En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos esta parábola: "El Reino de los cielos es semejante a diez jóvenes, que tomando sus lámparas, salieron al encuentro del esposo. Cinco de ellas eran descuidadas y cinco, previsoras. Las descuidadas llevaron sus lámparas, pero no llevaron aceite para llenarlas de nuevo; las previsoras, en cambio, llevaron cada una un frasco de aceite junto con su lámpara. Como el esposo tardaba, les entró sueño a todas y se durmieron.

A medianoche se oyó un grito: ‘¡Ya viene el esposo! ¡Salgan a su encuentro!’ Se levantaron entonces todas aquellas jóvenes y se pusieron a preparar sus lámparas, y las descuidadas dijeron a las previsoras: ‘Dennos un poco de su aceite, porque nuestras lámparas se están apagando’. Las previsoras les contestaron: `No, porque no va a alcanzar para ustedes y para nosotras. Vayan mejor a donde lo venden y cómprenlo’.

Mientras aquéllas iban a comprarlo, llegó el esposo, y las que estaban listas entraron con él al banquete de bodas y se cerró la puerta. Más tarde llegaron las otras jóvenes y dijeron: ‘Señor, señor, ábrenos’. Pero él les respondió: ‘Yo les aseguro que no las conozco’. Estén pues, preparados, porque no saben ni el día ni la hora".

Palabra del Señor.

 

 

Reflexión

h El Señor nos recuerda en el Evangelio que hay que estar siempre vigilantes y preparados para encontrarnos con Él. A media noche, en cualquier momento, pueden llamar a la puerta e invitarnos a salir a recibir al Señor. La muerte no pide cita previa. De hecho, «no saben ni el día ni la hora».

Vigilar no significa vivir con miedo y angustia. Quiere decir vivir de manera responsable nuestra vida de hijos de Dios, nuestra vida de fe, esperanza y caridad. El Señor espera continuamente nuestra respuesta de fe y amor, constantes y pacientes, en medio de las ocupaciones y preocupaciones que van tejiendo nuestro vivir.

Y esta respuesta sólo la podemos dar nosotros, tú y yo. Nadie lo puede hacer en nuestro lugar. Esto es lo que significa la negativa de las vírgenes prudentes a ceder parte de su aceite para las lámparas apagadas de las vírgenes necias: «Es mejor que vayan donde los vendedores y lo compren». Así, nuestra respuesta a Dios es personal e intransferible.

No esperemos un “mañana” —que quizá no vendrá— para encender la lámpara de nuestro amor para el Esposo. Carpe diem! Hay que vivir en cada segundo de nuestra vida toda la pasión que un cristiano ha de sentir por su Señor. Es un dicho conocido, pero que no estará de más recordarlo de nuevo: «Vive cada día de tu vida como si fuese el primer día de tu existencia, como si fuese el único día de que disponemos, como si fuese el último día de nuestra vida». Una llamada realista a la necesaria y razonable conversión que hemos de llevar a término.

Que Dios nos conceda la gracia en su gran misericordia de que no tengamos que oír en la hora suprema: «En verdad les digo que no los conozco», es decir, «no han tenido ninguna relación ni trato conmigo». Tratemos al Señor en esta vida de manera que lleguemos a ser conocidos y amigos suyos en el tiempo y en la eternidad.

 

 

Para la reflexión personal

 

a)    ¿Quién no desea participar en una fiesta? Jesús quiere invitarnos, pero también quiere advertirnos de que son necesarias unas condiciones previas para entrar en ella.

 

b)   ¿Por qué a las jóvenes necias no se les dio una segunda oportunidad para ser admitidas a la boda?

 

c)   ¿Qué supone para nosotros la invitación a entrar en la fiesta del Reino?

 

d)   ¿Cómo podemos prepararnos para estar vigilantes y no caer en la rutina?

 

 

Medita la oración hecha canción.

 

https://n9.cl/ywxl

 

 

ORACIÓN: ¿Qué le digo a Dios?

 

Orar, es responderle al Señor que nos habla primero. Estamos queriendo escuchar su Palabra Salvadora. Esta Palabra es muy distinta a lo que el mundo nos ofrece y es el momento de decirle algo al Señor.

 

Reza un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria

 

 

Pidámosle a Santa María, nuestra Madre, su ayuda.

Madre mía: tus preciosas lágrimas son irresistibles para Dios. Pienso, sobre todo, en aquellas que derramaste al pie de la Cruz de Jesús, uniéndote a los sufrimientos de tu Hijo, pidiéndole por la conversión de todos los hombres.

Y pienso también en aquellos otros momentos, cuando se cumplió en ti la profecía del anciano Simeón, de que una espada de siete filos atravesaría tu alma.

Pienso ahora en esas lágrimas que sigues derramando por la conversión de todos los hombres, y confío en que Dios te concede todo lo que le pides, alegrándome en su infinita misericordia.

Yo me acojo a esas lágrimas de dolor, de súplica, de pena, de perdón, de compasión, de duelo, de desolación y de consuelo. A tus lágrimas de madre, para que intercedas por mí, pidiendo la gracia de mi conversión.

Amén.

 

+ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

 

 

Padre José Luis Romero Landeros IJS

 

 

Referencias:

Espada de dos filos.

Mi vida en Xto.

La oración nuestra de cada día.

Jóvenes católicos.

Ocarm.

Rezandovoy

No hay comentarios.:

La vida pasa rápido

  Esta vida pasará rápido,  no pelees con la gente,  no critiques tanto tu cuerpo. No te quejes tanto. No pierdas el sueño por las facturas....