+ En el nombre
del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Oración inicial
Señor, tus palabras son demasiado claras
como para querer tergiversarlas. Nos pides desprendimiento total y confianza en
las personas a quienes vamos a evangelizar. Los sacerdotes amigos del dinero y
de las dignidades humanas, normalmente son criticados por la gente. ¿Acaso les
ha faltado algo a los sacerdotes desprendidos, sencillos, que se dan
gratuitamente al pueblo? Señor, hazme saber que el evangelio siempre tiene razón.
Del santo Evangelio según san Lucas 9, 1-6
En aquel tiempo,
Jesús reunió a los Doce y les dio poder y autoridad para expulsar toda clase de
demonios y para curar enfermedades. Luego los envió a predicar el Reino de Dios
y a curar a los enfermos.
Y les dijo: "No lleven nada para el camino: ni bastón, ni morral, ni comida, ni dinero, ni dos túnicas. Quédense en la casa donde se alojen, hasta que se vayan de aquel sitio. Y si en algún pueblo no los reciben, salgan de ahí y sacúdanse el polvo de los pies en señal de acusación".
Ellos se pusieron
en camino y fueron de pueblo en pueblo, predicando el Evangelio y curando en
todas partes.
Palabra del Señor.
Reflexión
h
Hoy vivimos unos tiempos en que nuevas
enfermedades mentales alcanzan difusiones insospechadas, como nunca había
habido en el curso de la historia. El ritmo de vida actual impone estrés a las
personas, carrera para consumir y aparentar más que el vecino, todo ello
aliñado con unas fuertes dosis de individualismo, que construyen una persona
aislada del resto de los mortales. Esta soledad a la que muchos se ven
obligados por conveniencias sociales, por la presión laboral, por convenciones
esclavizantes, hace que muchos sucumban a la depresión, las neurosis, las
histerias, las esquizofrenias u otros desequilibrios que marcan profundamente
el futuro de aquella persona.
«Convocando Jesús a
los Doce, les dio autoridad y poder sobre todos los demonios, y para curar
enfermedades». Males, éstos, que podemos identificar en el mismo Evangelio como
enfermedades mentales.
El encuentro con
Cristo, que es la Persona completa y realizada, aporta un equilibrio y una paz
que son capaces de serenar los ánimos y de hacer reencontrar a la persona con
ella misma, aportándole claridad y luz en su vida, bueno para instruir y
enseñar, educar a los jóvenes y a los mayores, y encaminar a las personas por
el camino de la vida, aquella que nunca se ha de marchitar.
Los Apóstoles
«recorrían los pueblos, anunciando la Buena Nueva». Es ésta también nuestra
misión: vivir y meditar el Evangelio, la misma palabra de Jesús, a fin de
dejarla penetrar en nuestro interior. Así, poco a poco, podremos encontrar el
camino a seguir y la libertad a realizar. Como escribió san Juan Pablo II, «la
paz ha de realizarse en la verdad (...); ha de hacerse en la libertad».
Que sea el mismo
Jesucristo, que nos ha llamado a la fe y a la felicidad eterna, quien nos llene
de su esperanza y amor, Él que nos ha dado una nueva vida y un futuro
inagotable.
Para la reflexión personal
Los doce son investidos de la autoridad de Jesús y son
enviados a cumplir su misma misión en la tierra: predicar y curar. Sin nada en
que apoyarse, sino en la fuerza de Dios, van de casa en casa anunciando el
Evangelio.
a)
¿Cómo nos sentimos enviados por Jesús a predicar la Buena Noticia?
b) ¿Qué gestos de acogida y qué gestos
de rechazo recibimos en esta misión?
c)
¿Cómo afrontamos la acogida y el rechazo desde la fe?
d) ¿A qué aldeas y a qué gentes nos
envía Jesús?
Medita la oración hecha canción.
ORACIÓN: ¿Qué le digo a Dios?
Orar,
es responderle al Señor que nos habla primero. Estamos queriendo escuchar su
Palabra Salvadora. Esta Palabra es muy distinta a lo que el mundo nos ofrece y
es el momento de decirle algo al Señor.
Reza un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria
Pidámosle a Santa María, nuestra Madre, su ayuda.
Madre mía: la compañía que
ofrecías a Jesús y a sus discípulos, junto con las santas mujeres, resultaba
especialmente valiosa para la misión apostólica. Yo me imagino que a los
discípulos les costaría mucho separarse de ti cuando tu Hijo los enviaba a
predicar el Reino de Dios. Pero tú eres una buena Madre, y les darías alguna
prenda tuya que les asegurara tu presencia constante.
Amén.
+ En el nombre
del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Padre José Luis Romero Landeros IJS
Referencias:
Espada de dos
filos.
Mi vida en Xto.
La oración
nuestra de cada día.
Jóvenes
católicos.
Ocarm.
Rezandovoy
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