+ En el nombre
del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Oración inicial
Envía,
Señor, tu Espíritu para que me ilumine y me fortalezca. Quiero comenzar este
momento de oración poniéndome en tu presencia, reconociendo y agradeciendo el
inmenso amor que tienes por mí.
Del santo Evangelio según san Lucas: 18, 1-5. 10
En
cierta ocasión, los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron: “¿Quién
es el más grande en el Reino de los cielos?”.
Jesús llamó a un niño, lo puso
en medio de ellos y les dijo: “Yo les aseguro a ustedes que si no cambian y no
se hacen como los niños, no entrarán en el Reino de los cielos. Así pues, quien
se haga pequeño como este niño, ése es el más grande en el Reino de los cielos.
Y el que reciba a un niño como éste en mi nombre, me recibe a mí.
Cuidado con despreciar a uno
de estos pequeños, pues yo les digo que sus ángeles, en el cielo, ven
continuamente el rostro de mi Padre, que está en el cielo”.
Palabra del Señor.
Reflexión
Hoy,
a veces, se oye que alguien pregunta: “Los ángeles ¿existen? ¿No serán un
elemento de la cultura persa, donde los judíos vivieron tantos siglos cuando el
exilio de Babilonia?” Es posible que sea así. Pero no es esto el quid de la
cuestión, no es la cuestión principal.
En
la Biblia, el ángel tiene otro significado. Hay textos en que se habla del
Ángel de Yahvé o del Ángel de Dios y de repente se habla de Dios. Se cambia en
uno por el otro
En
la Biblia, ángel es el rostro de Yahvé dirigido hacia nosotros. Ángel de la
guarda es el rostro de Dios ¡hacia mí, hacia ti! Es la expresión personalizada
de la convicción más profunda de nuestra fe, a saber, que Dios está con
nosotros, conmigo, ¡siempre!
Es
una forma de concretar el amor y la presencia de Dios en nuestra vida, hasta
los mínimos detalles.
Para la
reflexión personal
a) Muchas
veces, el ángel de Dios es la persona que ayuda a otra persona. En tu vida,
¿hay muchos ángeles y ángelas?
Medita y piensa en María,
reina de los ángeles.
Pidámosle a María que nos ayude a
vivir el perdón en nuestra vida rezando esta oración:
¡Oh Augusta Reina de los Cielos y Señora de los Ángeles!
Pues has recibido de Dios el poder y la misión de aplastar la cabeza de la serpiente infernal; dígnate escuchar las súplicas que humildemente te dirigimos; envía las santas legiones para que, bajo tus ordenes, combatan a los demonios, donde quiera repriman su audacia y los persigan hasta precipitarlos al abismo.
Pues has recibido de Dios el poder y la misión de aplastar la cabeza de la serpiente infernal; dígnate escuchar las súplicas que humildemente te dirigimos; envía las santas legiones para que, bajo tus ordenes, combatan a los demonios, donde quiera repriman su audacia y los persigan hasta precipitarlos al abismo.
¿Quién como Dios?
Santos Ángeles y Arcángeles, defiéndanos y guárdenos.
Santos Ángeles y Arcángeles, defiéndanos y guárdenos.
¡Oh buena y tierna Madre! Tú serás siempre nuestro amor y
nuestra esperanza.
¡Oh divina Madre!
Envía los Santos Ángeles para defendernos y rechazar lejos
al demonio, nuestro mortal enemigo.
Amén.
+ En el nombre
del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
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