miércoles, 2 de octubre de 2019

Ángel de mi guarda, mi dulce compañía.


+ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Oración inicial

Envía, Señor, tu Espíritu para que me ilumine y me fortalezca. Quiero comenzar este momento de oración poniéndome en tu presencia, reconociendo y agradeciendo el inmenso amor que tienes por mí.


Del santo Evangelio según san Lucas: 18, 1-5. 10

En cierta ocasión, los discípulos se acercaron a Jesús y le pre­guntaron: “¿Quién es el más grande en el Reino de los cielos?”.

Jesús llamó a un niño, lo puso en medio de ellos y les dijo: “Yo les aseguro a ustedes que si no cambian y no se hacen como los niños, no entrarán en el Reino de los cielos. Así pues, quien se haga pequeño como este niño, ése es el más grande en el Reino de los cielos. Y el que reciba a un niño como éste en mi nombre, me recibe a mí.

Cuidado con despreciar a uno de estos pequeños, pues yo les digo que sus ángeles, en el cielo, ven continuamente el rostro de mi Padre, que está en el cielo”.
Palabra del Señor.


Reflexión

Hoy, a veces, se oye que alguien pregunta: “Los ángeles ¿existen? ¿No serán un elemento de la cultura persa, donde los judíos vivieron tantos siglos cuando el exilio de Babilonia?” Es posible que sea así. Pero no es esto el quid de la cuestión, no es la cuestión principal.
En la Biblia, el ángel tiene otro significado. Hay textos en que se habla del Ángel de Yahvé o del Ángel de Dios y de repente se habla de Dios. Se cambia en uno por el otro
En la Biblia, ángel es el rostro de Yahvé dirigido hacia nosotros. Ángel de la guarda es el rostro de Dios ¡hacia mí, hacia ti! Es la expresión personalizada de la convicción más profunda de nuestra fe, a saber, que Dios está con nosotros, conmigo, ¡siempre!
Es una forma de concretar el amor y la presencia de Dios en nuestra vida, hasta los mínimos detalles.



Para la reflexión personal

a)   Muchas veces, el ángel de Dios es la persona que ayuda a otra persona. En tu vida, ¿hay muchos ángeles y ángelas?


Medita y piensa en María, reina de los ángeles.



Pidámosle a María que nos ayude a vivir el perdón en nuestra vida rezando esta oración:

¡Oh Augusta Reina de los Cielos y Señora de los Ángeles!
Pues has recibido de Dios el poder y la misión de aplastar la cabeza de la serpiente infernal; dígnate escuchar las súplicas que humildemente te dirigimos; envía las santas legiones para que, bajo tus ordenes, combatan a los demonios, donde quiera repriman su audacia y los persigan hasta precipitarlos al abismo.

¿Quién como Dios?
Santos Ángeles y Arcángeles, defiéndanos y guárdenos.
¡Oh buena y tierna Madre! Tú serás siempre nuestro amor y nuestra esperanza.
¡Oh divina Madre!
Envía los Santos Ángeles para defendernos y rechazar lejos al demonio, nuestro mortal enemigo.
Amén.


+ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

No hay comentarios.:

La vida pasa rápido

  Esta vida pasará rápido,  no pelees con la gente,  no critiques tanto tu cuerpo. No te quejes tanto. No pierdas el sueño por las facturas....