lunes, 7 de octubre de 2019

Marta, María y ¿yo?


+ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Oración inicial

Jesús, Tú que te hiciste hombre, para enseñarnos cómo vivir plenamente como seres humanos, quiero pedirte que me bendigas con tu presencia en este momento de oración. Ayúdame a hacer silencio en mi interior para poder escucharte y dejar que tus palabras de vida eterna transformen mi corazón.


Del santo Evangelio según san Lucas: 10, 38-42

En aquel tiempo, entró Jesús en un poblado, y una mujer, llamada Marta, lo recibió en su casa. Ella tenía una hermana, llamada María, la cual se sentó a los pies de Jesús y se puso a escuchar su palabra. Marta, entre tanto, se afanaba en diversos quehaceres, hasta que, acercándose a Jesús, le dijo: "Señor, ¿no te has dado cuenta de que mi hermana me ha dejado sola con todo el quehacer? Dile que me ayude".
El Señor le respondió: "Marta, Marta, muchas cosas te preocupan y te inquietan, siendo así que una sola es necesaria. María escogió la mejor parte y nadie se la quitará".
Palabra del Señor.

Reflexión

1) Jesús entró: Es la actitud que tú y yo debemos tener en este caminar: meternos en la vida del otro no para chismear o para andar picoteando como chismosos, sino más bien para ayudar y consolar, compartir y dialogar. Hay veces que tenemos una estructura de vida en la cual estamos bien porque no nos metemos con nadie, nos enfrascamos en nuestra vida en donde llegas a vivir como burbuja. Es como que tu vida gira alrededor de solo de ti, del Candy crush y el Facebook. ¡No! La vida va más allá de ello, y tu eres un don importante para el otro. Ayuda porque si sirve, puedes hacer mucho bien en esta vida.

2) Marta: Ella recibe y acoge. Qué lindo es ver la generosidad. Cuánto debemos dar gracias a Dios por el don de la mujer en nuestras vidas. En Marta vemos ese don generoso, lo maternal, lo acogedor, lo humano. Capaz que tú y yo hemos perdido estos gestos de delicadeza y de sencillez. El invitar, tal vez, un refresco o café a alguien, el hacer una llamadita a alguno por ahí, el preguntar ¿cómo estás? a algún amigo, el llegar a visitar a tus padres y escucharlos, aunque te cuente la misma historia de su vida… gestos que muestran humanidad. Hoy ¿qué gesto humanitario harás?

3) María: En ella vemos la contemplación, el tener un momento de interioridad en la vida. ¡Aprender a callarte para escucharte! Saber que Dios quiere hablar en ti, pero para ello tienes que tener calma y bajar unos cambios. Tomate un tiempo y abandónate en las manos de Dios. Hoy Dios te quiere decir algo, trata de escucharlo en el silencio como María.

Para la reflexión personal

a)   ¿Sabes relacionar el servicio con la escucha de la Palabra de Jesús?

b)   ¿Te dejas llevar más bien por la ansiedad ante tus múltiples ocupaciones?

c)    ¿Has entendido que antes de servir debes aceptar ser servido por Cristo?

d)   ¿Eres consciente de que tu servicio sólo será divino si antes acoges a Cristo y a su palabra?

Medita y piensa en San Francisco, el menor, entre los menores.


Reza un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria


Pidámosle a María con la oración de San Francisco a nuestra Madre.

Salve, Reina de los Cielos y Señora de los Ángeles;
salve raíz, salve puerta, que dio paso a nuestra luz.
Alégrate, Virgen gloriosa, entre todas la más bella;
salve, agraciada doncella, ruega a Cristo por nosotros. Amén.



+ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.



Padre José Luis Romero Landeros IJS

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