sábado, 9 de noviembre de 2019

Domingo con Cristo: El matrimonio es para siempre!


+ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Oración inicial

En este día, Señor, quiero crecer en amor y en confianza en Ti. Sé que cuando estoy a tu lado, voy por el buen camino. Tú sabes Señor cuánto anhelo vivir cada vez más cerca de Ti, porque para esto me has creado. Que este momento de oración me ayude a conocerte mejor y alimentarme de tu palabra.

Del santo Evangelio según san Lucas 20, 27-38

En aquel tiempo, se acercaron a Jesús algunos saduceos. Como los saduceos niegan la resurrección de los muertos, le preguntaron: "Maestro, Moisés nos dejó escrito que si alguno tiene un hermano casado que muere sin haber tenido hijos, se case con la viuda para dar descendencia a su hermano. Hubo una vez siete hermanos, el mayor de los cuales se casó y murió sin dejar hijos. El segundo, el tercero y los demás, hasta el séptimo, tomaron por esposa a la viuda y todos murieron sin dejar sucesión. Por fin murió también la viuda. Ahora bien, cuando llegue la resurrección, ¿de cuál de ellos será esposa la mujer, pues los siete estuvieron casados con ella?".
Jesús les dijo: "En esta vida, hombres y mujeres se casan, pero en la vida futura, los que sean juzgados dignos de ella y de la resurrección de los muertos, no se casarán ni podrán ya morir, porque serán como los ángeles e hijos de Dios, pues él los habrá resucitado.
Y que los muertos resucitan, el mismo Moisés lo indica en el episodio de la zarza, cuando llama al Señor, Dios de Abraham, Dios de Isaac, Dios de Jacob. Porque Dios no es Dios de muertos, sino de vivos, pues para él todos viven".
Palabra del Señor.


Reflexión

Los saduceos no creían en la resurrección y plantean a Jesús una pregunta, no para aclarar una duda, sino para ridiculizar a cuantos creían en la resurrección. A veces no nos conformamos con presentar nuestras ideas con sencillez y claridad, y menospreciamos a quienes tienen opiniones y creencias distintas a las nuestras.

Jesús aprovecha hasta la mala intención de los saduceos para exponer su doctrina con paciencia: “No es Dios de muertos, sino de vivos". Nosotros creemos en la resurrección. Creemos que un día resucitaremos a una vida nueva de hijos de Dios en plenitud, de fraternidad perfecta.

La fe en la resurrección no nos desentiende de los problemas de la tierra. Los cristianos no deberíamos tener tanto miedo para entregar la vida por los hermanos, por el Reino de Dios, porque sabemos que recobraremos una vida nueva multiplicada. Los cristianos hemos recibido la misión de “traer el cielo a la tierra", de trabajar para que todos se sientan hermanos e hijos de Dios. ¿Cómo voy a responder a esta misión? Pido a Dios luz y fuerza para hacerlo con generosidad.

Los cristianos creemos en la resurrección, creemos que la Pascua, el paso de la muerte a la vida ya ha comenzado en nosotros:

Para la reflexión personal

a)   Dios es el Dios de la vida, de toda vida. ¿Sé agradecer a Dios este gran don?
b)   ¿Lo empleo en beneficio de los demás?
c)   ¿Me preocupa una vida malograda, estropeada por mi culpa?
d)   Vivo la realidad de la muerte con miedo, con agobio, o me fío de mi Padre Dios?
e)   ¿Tengo experiencias fuertes de Dios que me facilitan mi fe en el más allá?

Medita la oración hecha canción.



ORACIÓN: ¿Qué le digo a Dios?

Orar, es responderle al Señor que nos habla primero. Estamos queriendo escuchar su Palabra Salvadora. Esta Palabra es muy distinta a lo que el mundo nos ofrece y es el momento de decirle algo al Señor.

ES TU MOMENTO CON DIOS. ¡ORA!

Gracias, porque aunque no merezco la vida eterna, Tú me la ofreces, y yo quiero vivir de tal manera que pueda entrar en la Gloria del Padre para vivir siempre contigo.
Tú deseas para mí la felicidad completa, que es muy distinta de la vida de un momento presente sin claros horizontes. En esta vida asumo muchas de las contrariedades y las vivo con deseos de eternidad.
Tú eres un Dios de vivos, Tú mantienes a los que son fieles contigo. Ponemos también en tus manos a todos los fieles creyentes y discípulos que profesaron su fe, para que con tu amor los recibas en tu Reino.

Reza un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria


Pidámosle a María su maternal ayuda.

Madre del Redentor, Virgen fecunda
puerta del Cielo
siempre abierta,
estrella del mar
ven a librar al pueblo que tropieza
y se quiere levantar.
Ante la admiración
de cielo y tierra,
engendraste a tu Santo Creador,
y permaneces siempre Virgen,
recibe el saludo del ángel Gabriel
y ten piedad de nosotros pecadores.
Amén.



+ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.



Padre José Luis Romero Landeros IJS

No hay comentarios.:

La vida pasa rápido

  Esta vida pasará rápido,  no pelees con la gente,  no critiques tanto tu cuerpo. No te quejes tanto. No pierdas el sueño por las facturas....