domingo, 10 de noviembre de 2019

Señor, auméntanos la fe


+ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Oración inicial

Señor Bueno, Tú que movido por el infinito amor a los hombres te hiciste uno entre nosotros para reconciliarnos, te pido me concedas el don de tu presencia. Buen amigo, ayúdame a reconocer esa presencia y a estar atento a lo que me quieres decir en esta oración, para que pueda así responder al don de tu amor con mi propia entrega.

Del santo Evangelio según san Lucas 17, 1-6

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "No es posible evitar que existan ocasiones de pecado, pero ¡ay de aquel que las provoca! Más le valdría ser arrojado al mar con una piedra de molino sujeta al cuello, que ser ocasión de pecado para la gente sencilla. Tengan, pues, cuidado. Si tu hermano te ofende, trata de corregirlo; y si se arrepiente, perdónalo. Y si te ofende siete veces al día, y siete veces viene a ti para decirte que se arrepiente, perdónalo".
Los apóstoles dijeron entonces al Señor: "Auméntanos la fe". El Señor les contestó: "Si tuvieran fe, aunque fuera tan pequeña como una semilla de mostaza, podrían decirle a ese árbol frondoso: ‘Arráncate de raíz y plántate en el mar’, y los obedecería".
Palabra del Señor.


Reflexión

En muchas ocasiones no valoramos las consecuencias de lo que hacemos y decimos en las personas que nos ven y nos oyen. Nuestra vida influye en las personas que nos rodean positiva o negativamente. Por eso, hemos de tener cuidado, especialmente si estamos delante de “pequeños" en edad, en forma de pensar, en dinero...

La fe es un don, un regalo, es gratuita. Pero tenemos que abrir de par en par el corazón, la cabeza y las manos para acogerla. Acogemos la fe cuando rezamos, cuando nos formamos para comprender mejor los contenidos que creemos, cuando hacemos lo que Dios nos dice, aunque nos dé miedo

Para la reflexión personal

a)   ¿Qué hacemos cuando alguien nos ofende?
b)   ¿Le decimos algo o lo criticamos a su espalda?
c)   ¿Intentamos corregirle o lo dejamos por imposible a las primeras de cambio?
d)   ¿Procuramos que mejore o lo mandamos a paseo? 

Medita la oración hecha canción.



ORACIÓN: ¿Qué le digo a Dios?

Orar, es responderle al Señor que nos habla primero. Estamos queriendo escuchar su Palabra Salvadora. Esta Palabra es muy distinta a lo que el mundo nos ofrece y es el momento de decirle algo al Señor.

ES TU MOMENTO CON DIOS. ¡ORA!

Señor Jesús, conozco mis fragilidades y limitaciones, conozco también las dificultades de un mundo que rechaza la idea de la entrega generosa para vivir el noble ideal de la vida cristiana; por eso te pido me ayudes: Señor mío, acrecienta mi fe. Concédeme la gracia para ser coherente, y así pueda yo testimoniar nuestra amistad al mundo entero.
Amén.

Reza un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria


Pidámosle a María su maternal ayuda.

¡Oh Señora mía, oh Madre mía!,
yo me entrego del todo a Ti
y en prueba de mi afecto,
con amor filial te consagro en este día
todo lo que soy,
todo lo que tengo.
Guarda y protege,
y también defiende a este hijo tuyo,
que así sea.
Amén.


+ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.



Padre José Luis Romero Landeros IJS

No hay comentarios.:

La vida pasa rápido

  Esta vida pasará rápido,  no pelees con la gente,  no critiques tanto tu cuerpo. No te quejes tanto. No pierdas el sueño por las facturas....