+ En el nombre del Padre, y del
Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Oración inicial
Señor,
reconozco tu amor por mí. Sé que me cuidas y acompañas siempre, y por eso
quiero pedirte al comenzar esta oración, que me ayudes a abrir mi mente y
corazón a la escucha de tu palabra, para que así pueda día a día seguir
creciendo en la fe y en el amor a Ti y a mis hermanos.
Hago en silencio un breve examen de conciencia.
Señor,
con inmensa confianza me pongo ante Ti, reconociéndome necesitado de tu perdón,
de tu misericordia. Renuévame Señor las fuerzas en mi combate contra mi pecado,
y lléname de amor y de esperanza en mi camino hacia la santidad, muy en
especial en este tiempo en que me preparo para acogerte en mi corazón en la
Navidad.
Del santo Evangelio según san Mateo 1, 1-17
Genealogía
de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham: Abraham engendró a Isaac, Isaac
a Jacob, Jacob a Judá y a sus hermanos; Judá engendró de Tamar a Fares y a
Zará; Fares a Esrom, Esrom a Aram, Aram a Aminadab, Aminadab a Naasón, Naasón a
Salmón, Salmón engendró de Rajab a Booz; Booz engendró de Rut a Obed, Obed a
Jesé, y Jesé al rey David.
David
engendró de la mujer de Urías a Salomón, Salomón a Roboam, Roboam a Abiá, Abiá
a Asaf, Asaf a Josafat, Josafat a Joram, Joram a Ozías, Ozías a Joatam, Joatam
a Acaz, Acaz a Ezequías, Ezequías a Manasés, Manasés a Amón, Amón a Josías,
Josías engendró a Jeconías y a sus hermanos durante el destierro en Babilonia.
Después
del destierro en Babilonia, Jeconías engendró a Salatiel, Salatiel a Zorobabel,
Zorobabel a Abiud, Abiud a Eliaquim, Eliaquim a Azor, Azor a Sadoc, Sadoc a
Aquim, Aquim a Eliud, Eliud a Eleazar, Eleazar a Matán, Matán a Jacob, y Jacob
engendró a José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado Cristo. De
modo que el total de generaciones, desde Abraham hasta David, es de catorce;
desde David hasta la deportación a Babilonia, es de catorce, y desde la
deportación a Babilonia hasta Cristo, es de catorce.
Palabra del Señor.
Reflexión
Hoy, en la
liturgia de la misa leemos la genealogía de Jesús. El problema es que uno queda
marcado por la buena o mala fama de sus antepasados. Es lo que sucede con el
«Libro de la generación de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham» (Mt
1,1).
San
Mateo nos está diciendo que Jesús es verdadero Hombre. Dicho de otro modo, que
Jesús —como todo hombre y como toda mujer que llega a este mundo— no parte de
cero, sino que trae ya tras de sí toda una historia. Esto quiere decir que la
Encarnación va en serio, que cuando Dios se hace hombre, lo hace con todas las
consecuencias. El Hijo de Dios, al venir a este mundo, asume también un pasado
familiar.
Rastreando
los personajes de la lista, podemos apreciar que Jesús —por lo que se refiere a
su genealogía familiar— no presenta un “expediente inmaculado”. Como escribió
el Cardenal Nguyen van Thuan, «en este mundo, si un pueblo escribe su historia
oficial, hablará de su grandeza... Es un caso único, admirable y espléndido
encontrar un pueblo cuya historia oficial no esconde los pecados de sus
antepasados». Aparecen pecados como el homicidio (David), la idolatría
(Salomón) o la prostitución (Rahab). Y junto con ello hay momentos de gracia y
de fidelidad a Dios, y sobre todo las figuras de José y María, «de la que nació
Jesús, llamado Cristo» (Mt 1,16).
En
definitiva, la genealogía de Jesús nos ayuda a contemplar el misterio que
estamos próximos a celebrar: que Dios se hizo Hombre, verdadero Hombre, que
«habitó entre nosotros» (Jn 1,14).
Para la reflexión
personal
a) ¿Cuál
es el mensaje que tú descubres en la genealogía de Jesús?
b) ¿Has
encontrado una respuesta a la pregunta que Mateo nos deja en la cabeza?
c) Las
compañeras de María, la madre de Jesús, son bien distintas de cómo nos la
imaginábamos.
d) ¿Cuál
es la conclusión que tú sacas para tu devoción por Nuestra Señora?
Medita la oración hecha canción.
ORACIÓN:
¿Qué le digo a Dios?
Orar, es
responderle al Señor que nos habla primero. Estamos queriendo escuchar su
Palabra Salvadora. Esta Palabra es muy distinta a lo que el mundo nos ofrece y
es el momento de decirle algo al Señor.
ES TU MOMENTO CON DIOS. ¡ORA!
Muchas
gracias Jesús por este momento de encuentro contigo. Te pido que pueda
mantenerme en actitud de escucha y de acogida de tu palabra en lo queda de este
día, y pueda así dar testimonio de tu amor en medio del mundo.
Amén.
Reza un Padre Nuestro, un Ave
María y un Gloria
Pidámosle a María su maternal
ayuda.
Salve, Reina de los Cielos
y Señora de los ángeles;
salve raíz, salve puerta,
que dio paso a nuestra luz.
y Señora de los ángeles;
salve raíz, salve puerta,
que dio paso a nuestra luz.
Alégrate, Virgen gloriosa,
entre todas la más bella;
salve, agraciada doncella,
ruega a Cristo por nosotros.
entre todas la más bella;
salve, agraciada doncella,
ruega a Cristo por nosotros.
Amén
+ En el nombre del Padre, y del
Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Padre José Luis Romero Landeros IJS
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