+ En el nombre del Padre, y del
Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Oración inicial
Jesús, quiero mostrarte en
este día el profundo amor que te tengo y cuánto deseo vivir en tu presencia. Te
pido que me enseñes a rezar. Muchas veces no encuentro las palabras para hablar
contigo. Ayúdame, Señor, a ser humilde y sencillo de corazón de manera que
pueda aprender de tu escuela y así avanzar cada día en el camino de la oración.
Del santo Evangelio según san Mateo 11, 25-27
En aquel tiempo, Jesús exclamó: "¡Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y las has revelado a la gente sencilla! Gracias, Padre, porque así te ha parecido bien.
El
Padre ha puesto todas las cosas en mis manos. Nadie conoce al Hijo sino el
Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo
quiera revelar".
Palabra del Señor.
Reflexión
Dios quiere bendecir a
todos, pero sólo los que tienen un corazón de pobre, humilde, sólo puede entrar
en la vida de los que han apartado de su horizonte el orgullo, la
autosuficiencia, la soberbia... Como diría San Pablo, la fuerza de Dios se
muestra perfecta en nuestra debilidad.
Sólo a través de Jesús
podemos conocer a Dios; y sólo conociendo y amando a Dios podemos ser felices.
En cualquier momento y circunstancia podemos encontrar a Jesús, pero hay
“lugares” donde su presencia es como más densa: la Eucaristía, su Palabra, los pobres,
la comunidad cristiana.
Para la reflexión personal
a)
Perder la
vida para poderla ganar. ¿Has tenido alguna experiencia de sentirte
recompensado/a por una entrega gratuita de ti a los demás?
b)
Aquel que los
recibe a ustedes a mí me recibe, y aquel que me recibe a mí, recibe a aquel que
me ha enviado. Detente y piensa en lo que Jesús dice aquí: él y Dios mismo se
identifican contigo.
Medita
la oración hecha canción.
ORACIÓN: ¿Qué le digo a Dios?
Orar, es
responderle al Señor que nos habla primero. Estamos queriendo escuchar su
Palabra Salvadora. Esta Palabra es muy distinta a lo que el mundo nos ofrece y
es el momento de decirle algo al Señor.
Reza un Padre
Nuestro, un Ave María y un Gloria
Pidámosle a
María su maternal ayuda.
Madre
mía: tu Hijo Jesús es la sabiduría
encarnada. Yo pido la sabiduría para saber administrar y recibir su
misericordia, para conocer la verdad, para saber renunciar al mundo, tomar mi
cruz y seguir a Cristo.
Tú
conoces mis necesidades, ayúdame a permanecer con tu Hijo en la oración, amando
a Dios por sobre todas las cosas, sirviendo a la Iglesia, y enriqueciéndome con
tus tesoros, para que sea sabio, para que sea santo.
+ En el nombre del Padre, y del
Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Padre José Luis Romero Landeros IJS
Referencias:
Mi vida en Xto.
La oración
nuestra de cada día.
Jóvenes
católicos.
Ocarm.
Rezandovoy
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