lunes, 10 de agosto de 2020

San Lorenzo, diácono y mártir

 

+ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

 

Oración inicial

 

Señor, al comenzar este día y esta semana, me quiero poner en tu presencia y darte gracias por todo lo que haces por mí. En este momento de oración quiero abrir mi mente y mi corazón a tu Espíritu, para que la lectura y meditación de tu Palabra ilumine mi vida y me ayude a seguirte con generosidad.

 

Del santo Evangelio según san Juan 12, 24-26

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Yo les aseguro que si el grano de trigo sembrado en la tierra no muere, queda infecundo; pero si muere, producirá mucho fruto. El que se ama a sí mismo, se pierde; el que se aborrece a sí mismo en este mundo, se asegura para la vida eterna.

El que quiera servirme, que me siga, para que donde yo esté, también esté mi servidor. El que me sirve será honrado por mi Padre".

Palabra del Señor.

 

Reflexión

Hoy, la Iglesia nos recuerda que «existe un testimonio de coherencia que todos los cristianos deben estar dispuestos a dar cada día, incluso a costa de sufrimientos y de grandes sacrificios» (San Juan Pablo II).

Los mártires son testimonios inapelables de la santidad de la ley moral: hay exigencias de amor básicas que no admiten nunca excepciones ni adaptaciones. De hecho, «en la Nueva Alianza se encuentran numerosos testimonios de seguidores de Cristo que (...) aceptaron las persecuciones y la muerte antes que hacer el gesto idolátrico de quemar incienso ante la estatua del Emperador» (San Juan Pablo II).

En el ambiente de la Roma del emperador Valeriano, el diácono «san Lorenzo amó a Cristo en la vida, imitó a Cristo en la muerte» (San Agustín). Y, una vez más, se ha cumplido que «el que odia su vida en este mundo, la guardará para una vida eterna» (Jn 12,25). La memoria de san Lorenzo, afortunadamente para nosotros, quedará perpetuamente como señal de que el seguimiento de Cristo merece dar la vida, antes que admitir frívolas interpretaciones de su camino.

 

Para la reflexión personal

 

a)     ¿Es tu vida expresión de la donación de ti mismo?

 

b)    ¿Eres una semilla de amor que produce amor?

 

c)    ¿Eres consciente de que para ser semilla de alegría, la alegría de los trigales, es necesario el momento de la siembra?

 

d)    ¿Crees poder decir que has elegido seguir al Señor si después no abrazas la cruz con él?

 

e)     Cuando en ti se desencadena la lucha entre el “sí” y el “no”, entre el valor y la duda, entre la fe y la incredulidad, entre el amor y el egoísmo, ¿te sientes turbado pensando que estas tentaciones no son propias del que sigue a Jesús? 

 

 

Medita la oración hecha canción.

 

 

https://n9.cl/idnc

 

 

ORACIÓN: ¿Qué le digo a Dios?

 

Orar, es responderle al Señor que nos habla primero. Estamos queriendo escuchar su Palabra Salvadora. Esta Palabra es muy distinta a lo que el mundo nos ofrece y es el momento de decirle algo al Señor.

 

Reza un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria

 

 

Pidámosle a María su maternal ayuda.

 

Madre mía: el relato del pecado original en la Sagrada Escritura nos presenta esa caída como consecuencia de la soberbia, del hombre que se quiere hacer igual a Dios. El demonio, el enemigo de Dios, sólo quiere separar al hombre de su creador, y su arma es el engaño, deslumbrando con el atractivo de las cosas del mundo.

Y el remedio, para sanar esa herida del pecado, fue la humildad de Dios, que se hace hombre, y la humildad de la creatura, que se reconoce esclava del Señor.

Los sacerdotes tenemos la misión de arrojar demonios, en nombre de Jesús, pero necesitamos fe y, sobre todo, la fortaleza de la humildad, para ganar todas las batallas.

Ayúdanos, Madre, para que sepamos reconocer nuestra debilidad, reconciliándonos con Jesús, quien es el que nos da la fuerza.

Amén.      

 

+ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

 

 

Padre José Luis Romero Landeros IJS

 

 

Referencias:

Espada de dos filos.

Mi vida en Xto.

La oración nuestra de cada día.

Jóvenes católicos.

Ocarm.

Rezandovoy

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