lunes, 14 de septiembre de 2020

Mi criado está enfermo.

 

+ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

 

Oración inicial

 

Señor, al comenzar este día y esta semana, me pongo en tu presencia. Tú eres el Maestro Bueno, y sé que quieres lo mejor para mí. Ayúdame a escuchar tu voz en esta oración y que, abriendo mi mente y corazón al Santo Espíritu, pueda comprender tu Plan para mí y así seguirlo día a día.

 

Del santo Evangelio según san Lucas 7, 1-10

En aquel tiempo, Cuando Jesús terminó de hablar a la gente, entró en Cafarnaúm. Había allí un oficial romano, que tenía enfermo y a punto de morir a un criado muy querido. Cuando le dijeron que Jesús estaba en la ciudad, le envió a algunos de los ancianos de los judíos para rogarle que viniera a curar a su criado. Ellos, al acercarse a Jesús, le rogaban encarecidamente, diciendo: “Merece que le concedas ese favor, pues quiere a nuestro pueblo y hasta nos ha construido una sinagoga”. Jesús se puso en marcha con ellos.


Cuando ya estaba cerca de la casa, el oficial romano envió unos amigos a decirle: “Señor, no te molestes, porque yo no soy digno de que tú entres en mi casa; por eso ni siquiera me atreví a ir personalmente a verte. Basta con que digas una sola palabra y mi criado quedará sano. Porque yo, aunque soy un subalterno, tengo soldados bajo mis órdenes y le digo a uno: ‘¡Ve!’, y va; a otro: ‘¡Ven!’, y viene; y a mi criado: ‘¡Haz esto!’, y lo hace”.

Al oír esto, Jesús quedó lleno de admiración, y volviéndose hacia la gente que lo seguía, dijo: “Yo les aseguro que ni en Israel he hallado una fe tan grande”. Los enviados regresaron a la casa y encontraron al criado perfectamente sano.

Palabra del Señor.

 

Reflexión

 

El evangelio de hoy presenta la fe de un centurión romano. Este hombre extranjero oye hablar de Jesús y envía dos grupos de personas a pedirle que cure a su criado.

La primera delegación son unos ancianos de los judíos, que suplican a Jesús apelando a la bondad del centurión, que, aunque no es judío, les ha construido la sinagoga.

La segunda delegación son unos amigos que explican a Jesús por qué el centurión no se presenta personalmente. En el discurso de los amigos se deja ver la confianza del centurión en la palabra poderosa de Jesús. Simplemente bastaría decir una palabra para curar al criado.

Este poder queda más claro cuando se hace la comparación entre el poder limitado de la palabra del centurión y el poder infinito que tiene la palabra de Jesús. Es como decir que, si las órdenes del centurión se cumplen inmediatamente después de darlas, ¡cuánto más se cumplirán las palabras que salgan de la boca de Jesús!

Después de las dos embajadas, Jesús pronuncia unas breves pero elocuentes palabras dirigidas a sus seguidores. Con ellas hace un elogio de la profunda fe del centurión. Jesús presenta el contraste entre la fe débil y pequeña de Israel y la infinita confianza del centurión.

El final del relato cuenta brevemente que el criado quedó sano apoyado en la fe del centurión.

 

Para la reflexión personal

 

a)    ¿Qué puedo aprender del centurión para mi vida?

 

b)   ¿Me preocupo por la salud de los demás?

 

c)   ¿Qué diría Jesús acerca de mi fe?

 

Medita la oración hecha canción.

 

https://n9.cl/rif0o

 

ORACIÓN: ¿Qué le digo a Dios?

 

Orar, es responderle al Señor que nos habla primero. Estamos queriendo escuchar su Palabra Salvadora. Esta Palabra es muy distinta a lo que el mundo nos ofrece y es el momento de decirle algo al Señor.

 

Reza un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria

 

 

Pidámosle a Santa María su maternal ayuda.

 

Madre mía: acuérdate que jamás se ha oído decir que uno solo de cuantos han acudido a tu protección e implorado tu socorro haya sido desamparado.

Yo creo en el valor de la oración de intercesión, como la del oficial romano, y que tú eres la omnipotencia suplicante, porque todo lo que le pides a Dios te lo concede. Tu Hijo no te puede negar nada.

Ayúdame a ser constante en la oración, con la seguridad de que no me vas a dejar desamparado.

Amén.

 

+ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

 

 

Padre José Luis Romero Landeros IJS

 

 

Referencias:

Espada de dos filos.

Mi vida en Xto.

La oración nuestra de cada día.

Jóvenes católicos.

Ocarm.

Rezandovoy

No hay comentarios.:

La vida pasa rápido

  Esta vida pasará rápido,  no pelees con la gente,  no critiques tanto tu cuerpo. No te quejes tanto. No pierdas el sueño por las facturas....