+ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Oración inicial
Señor,
hoy vengo a la oración con el único afán, el único deseo de seguirte. Sólo me
interesa una cosa, la que interesaba a la esposa del Cantar de los Cantares: “Dime
donde pastoreas”. No me interesa el pasto que me pueden ofrecer otros pastores.
Mi único manjar quiero que seas Tú, tu vida, tu estilo, tu mensaje.
Del santo Evangelio según san Marcos 3, 20-21
En aquel tiempo, Jesús entró en una casa con sus discípulos y acudió tanta gente, que no los dejaban ni comer. Al enterarse sus parientes, fueron a buscarlo, pues decían que se había vuelto loco.
Palabra del Señor.
Reflexión
h
Hoy vemos cómo los propios de la
parentela de Jesús se atreven a decir de Él que «está fuera de sí». Una vez
más, se cumple el antiguo proverbio de que «un profeta sólo en su patria y en
su casa carece de prestigio». Ni que decir tiene que esta lamentación no
“salpica” a María Santísima, porque desde el primero hasta el último momento
—cuando ella se encontraba al pie de la Cruz— se mantuvo sólidamente firme en
la fe y confianza hacia su Hijo.
Ahora
bien, ¿y nosotros? ¡Hagamos examen! ¿Cuántas personas que viven a nuestro lado,
que las tenemos a nuestro alcance, son luz para nuestras vidas, y nosotros...?
No nos es necesario ir muy lejos: pensemos en el Papa San Juan Pablo II:
¿cuánta gente le siguió, y... al mismo tiempo, cuántos le interpretaban como un
“tozudo-anticuado”, celoso de su “poder”? ¿Es posible que Jesús —dos mil años
después— todavía siga en la Cruz por nuestra salvación, y que nosotros, desde
abajo, continuemos diciéndole «baja y creeremos en ti»?
O
a la inversa. Si nos esforzamos por configurarnos con Cristo, nuestra presencia
no resultará neutra para quienes interaccionan con nosotros por motivos de
parentesco, trabajo, etc. Es más, a algunos les resultará molesta, porque les
seremos un reclamo de conciencia. ¡Bien garantizado lo tenemos!: «Si a mí me
han perseguido, también les perseguirán
a ustedes». Mediante sus burlas esconderán su miedo; mediante sus
descalificaciones harán una mala defensa de su “poltronería”.
¿Cuántas
veces nos tachan a los católicos de ser “exagerados”? Les hemos de responder
que no lo somos, porque en cuestiones de amor es imposible exagerar. Pero sí
que es verdad que somos “radicales”, porque el amor es así de “totalizante”: «o
todo, o nada»; «o el amor mata al yo, o el yo mata al amor».
Para la reflexión personal
a) ¿Qué lugar ocupa en nuestra vida la dedicación a
los demás? ¿Qué nivel de estrés nos produce?
b) ¿Qué posibles causas detectamos y qué posibles
soluciones intuimos?
c) Los parientes de Jesús lo van a buscar. Una de
las grandes oposiciones para seguir a Jesús viene a veces de la propia familia.
¿Qué ayudas y qué críticas recibimos de nuestra familia por ser cristianos?
Medita la oración hecha canción.
ORACIÓN: ¿Qué le digo a Dios?
Orar,
es responderle al Señor que nos habla primero. Estamos queriendo escuchar su
Palabra Salvadora. Esta Palabra es muy distinta a lo que el mundo nos ofrece y
es el momento de decirle algo al Señor.
Reza un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria
Pidámosle a Santa María, nuestra Madre, su ayuda.
Madre
nuestra: tú
sufriste también esa incomprensión de los otros parientes de Jesús, y supiste
mantener tu silencio, sin importarte que juzgaran de loco a tu Hijo.
Enséñanos
a dar la vida como Cristo, sin importarnos el juicio de los hombres, sino
buscando en todas las cosas la gloria de Dios.
Amén.
+ En el nombre
del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Padre José Luis Romero
Landeros IJS
Referencias:
Espada de dos
filos.
Mi vida en Xto.
La oración
nuestra de cada día.
Jóvenes
católicos.
Ocarm.
Rezandovoy
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