sábado, 6 de febrero de 2021

Vengan conmigo a un lugar solitario.

 + En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

 

Oración inicial

 

Señor, hoy te pido que sepa liberarme de todos los ruidos, de todos los quehaceres, de todas preocupaciones, y sienta la alegría de tus discípulos cuando les invitaste a descansar. No dudo que el paisaje era bonito, que desde ese lugar se respiraba el olor a campo; pero lo que realmente hacía precioso el lugar era que “estaban contigo”. Tú eres para mí el verdadero descanso. Dame, la dicha de descansar hoy un rato a tu lado.

 

Del santo Evangelio según san Marcos 6, 30-34

En aquel tiempo, los apóstoles volvieron a reunirse con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado. Entonces él les dijo: "Vengan conmigo a un lugar solitario, para que descansen un poco". Porque eran tantos los que iban y venían, que no les dejaban tiempo ni para comer.


Jesús y sus apóstoles se dirigieron en una barca hacia un lugar apartado y tranquilo. La gente los vio irse y los reconoció; entonces de todos los poblados fueron corriendo por tierra a aquel sitio y se les adelantaron.

Cuando Jesús desembarcó, vio una numerosa multitud que lo estaba esperando y se compadeció de ellos, porque andaban como ovejas sin pastor, y se puso a enseñarles muchas cosas.

Palabra del Señor.

 

Reflexión

h Una situación. Los Apóstoles están “estresados”: «Los que iban y venían eran muchos, y no les quedaba tiempo ni para comer». Frecuentemente nosotros nos vemos abocados al mismo trasiego. El trabajo exige buena parte de nuestras energías; la familia, donde cada miembro quiere palpar nuestro amor; las otras actividades en las que nos hemos comprometido, que nos hacen bien y, a la vez, benefician a terceros... ¿Querer es poder? Quizá sea más razonable reconocer que no podemos todo lo que quisiéramos.

Una necesidad. El cuerpo, la cabeza y el corazón reclaman un derecho: descanso. En estos versículos tenemos un manual, frecuentemente ignorado, sobre el descanso. Ahí destaca la comunicación. Los Apóstoles «le contaron todo lo que habían hecho». Comunicación con Dios, siguiendo el hilo de lo más profundo de nuestro corazón. Y —¡qué sorpresa!— encontramos a Dios que nos espera. Y espera encontrarnos con nuestros cansancios.

Jesús les dice: «Vengan también ustedes aparte, a un lugar solitario, para descansar un poco». ¡En el plan de Dios hay un lugar para el descanso! Es más, nuestra existencia, con todo su peso, debe descansar en Dios. Lo descubrió el inquieto Agustín: «Nos has creado para ti y nuestro corazón está inquieto hasta que no descanse en ti». El reposo de Dios es creativo; no “anestésico”: toparse con su amor centra nuestro corazón y nuestros pensamientos.

Una paradoja. La escena del Evangelio acaba “mal”: los discípulos no pueden reposar. El plan de Jesús fracasa: son abordados por la gente. No han podido “desconectar”. Nosotros, con frecuencia, no podemos liberarnos de nuestras obligaciones (hijos, cónyuge, trabajo...): ¡sería como traicionarnos! Se impone encontrar a Dios en estas realidades. Si hay comunicación con Dios, si nuestro corazón descansa en Él, relativizaremos tensiones inútiles... y la realidad —desnuda de quimeras— mostrará mejor la impronta de Dios. En Él, allí, hemos de reposar.

 

Para la reflexión personal

 

A la luz del evangelio que hemos leído, escuchamos cómo Jesús también nos invita hoy a ir con él a un lugar tranquilo para poder descansar de tantas tareas y ocupaciones que nos hacen perder la paz.

 

a)    La imagen de Jesús sintiendo compasión de la gente porque están como ovejas sin pastor, ¿qué sentimientos y actitudes provoca en nosotros?

 

b)   Revisamos nuestra oración. ¿Cuánto tiempo dedicamos a estar a solas con el Señor?

 

c)   «No tenían tiempo ni para comer». ¿Cómo es nuestra entrega y compromiso como seguidores de Jesús, llamados a anunciar su evangelio a tiempo y a destiempo?

 

Medita la oración hecha canción.

 

https://n9.cl/h8da

 

 

ORACIÓN: ¿Qué le digo a Dios?

 

Orar, es responderle al Señor que nos habla primero. Estamos queriendo escuchar su Palabra Salvadora. Esta Palabra es muy distinta a lo que el mundo nos ofrece y es el momento de decirle algo al Señor.

 

Reza un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria

 

 

Pidámosle a Santa María, nuestra Madre, su ayuda.

Madre nuestra: tu Hijo Jesús sintió la preocupación por el descanso de sus apóstoles. Él mismo debió sentirse cansado muchas veces, con el cansancio propio de un hombre verdadero.

Era comprensible que quisiera aprovechar bien los pocos momentos de que dispondrían para descansar, y comer, para recuperar las energías perdidas.

Pero las ovejas reclamaban mucho la atención de sus pastores. Y no podía decir que no, aunque fallaran las fuerzas físicas.

Madre, yo también siento muchas veces el cansancio en el ejercicio de mi ministerio. Y siento como un deber dedicar tiempo a mi descanso, para poder rendir bien cada jornada. Te pido que me acojas en tus brazos, con la ternura de una madre, para descansar en ti.

Amén.

 

+ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

 

 

Padre José Luis Romero Landeros IJS

 

 

Referencias:

Espada de dos filos.

Mi vida en Xto.

La oración nuestra de cada día.

Jóvenes católicos.

Ocarm.

Rezandovoy

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