+ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Oración inicial
Señor,
hay muchas cosas buenas, “santas” que me has dado a lo largo de la vida. Me has
favorecido con muchos dones, me has inundado de regalos, de gracias. Y me
pregunto: Dios mío, ¿qué he hecho de tanto derroche de amor? Muchas veces lo he
tirado, lo he malgastado, lo he malogrado. ¡Me pesa, Señor! Y quiero emplear ya
toda mi vida en tu servicio. Quiero compensar con mi respuesta generosa, tanto
olvido, tanta deficiencia, tanta negligencia, tanto descuido, tanta ingratitud.
Señor, ayúdame a cambiar.
Del santo Evangelio según san Mateo 7, 6. 12-14
En
aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "No den a los perros las cosas
santas ni echen sus perlas a los cerdos, no sea que las pisoteen y después se
vuelvan contra ustedes y los despedacen.
Traten a los demás como quieren que ellos los traten a ustedes. En esto se resumen la ley y los profetas.
Entren
por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta y amplio el camino que
conduce a la perdición, y son muchos los que entran por él. Pero ¡qué estrecha
es la puerta y qué angosto el camino que conduce a la vida, y qué pocos son los
que lo encuentran!"
Palabra del Señor.
Reflexión
h
Hoy, el Señor nos hace tres
recomendaciones. La primera, «No den a los perros lo que es santo, ni echen sus
perlas delante de los puercos», contrastes en que los “bienes” son asociados a
“perlas” y lo “que es santo”; y, por otro lado, los “perros y puercos” a lo que
es impuro. San Juan Crisóstomo nos enseña que «nuestros enemigos son iguales a
nosotros en su naturaleza pero no en su fe». A pesar de que los beneficios
terrenales son concedidos de igual manera a los dignos e indignos, no es así en
lo que se refiere a las “gracias espirituales”, privilegio de aquellos que son
fieles a Dios. La correcta distribución de los bienes espirituales implica un
celo por las cosas sagradas.
La
segunda es la llamada “regla de oro”, que compendiaba todo lo que la Ley y los
Profetas recomendaron, tal como ramas de un único árbol: El amor al prójimo
presupone el Amor a Dios, y de Él proviene.
Hacer
al prójimo lo que queremos que nos hagan implica una transparencia de acciones
para con el otro, en el reconocimiento de su semejanza a Dios, de su dignidad.
¿Por qué razón deseamos el Bien para nosotros mismos? Porque lo reconocemos
como medio de identificación y unión con el Creador. Siendo el Bien el único
medio para la vida en plenitud, es inconcebible su ausencia en nuestra relación
con el prójimo. No hay lugar para el bien donde prevalezca la falsedad y
predomine el mal.
Por
último, la "puerta estrecha"... El Papa Benedicto XVI nos pregunta:
«¿Qué significa esta ‘puerta estrecha’? ¿Por qué muchos no pueden pasar por
ella? ¿Es un pasaje reservado para algunos elegidos?». ¡No! El mensaje de
Cristo «nos dice que todos podemos entrar en la vida. El pasaje es ‘estrecho’,
pero abierto a todos; ‘estrecho’ porque es exigente, requiere compromiso,
abnegación, mortificación del propio egoísmo».
Roguemos
al Señor que realizó la salvación universal con su muerte y resurrección, que
nos reúna a todos en el Banquete de la vida eterna.
Para la reflexión personal
a)
¿Cómo
son nuestras elecciones en la vida?
b)
¿Cómo
sabemos el camino que hemos elegido?
c)
¿Qué
rasgos tiene «el país de la vida y el de la perdición»?
Medita la oración hecha canción.
ORACIÓN: ¿Qué le digo a Dios?
Orar,
es responderle al Señor que nos habla primero. Estamos queriendo escuchar su
Palabra Salvadora. Esta Palabra es muy distinta a lo que el mundo nos ofrece y
es el momento de decirle algo al Señor.
Reza un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria
Pidámosle a Santa María, nuestra Madre, su ayuda.
Madre
mía: tu Hijo se entregó con generosidad
por todos los hombres. Se anonadó a sí mismo tomando la forma de siervo. Y se
sigue entregando ahora, bajando al altar con su cuerpo y su sangre, por el
milagro de la transustanciación.
Enséñame
a mí a tratar con dignidad, atención y devoción al Santo de los santos en la
Eucaristía, para poder ser generoso en mi entrega.
Madre
de Cristo, Sumo y Eterno Sacerdote: déjame entrar a tu corazón, y modela mi
alma conforme a tu Hijo Jesucristo.
Amén.
+ En el nombre
del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Padre José Luis Romero Landeros IJS
Referencias:
Espada de dos
filos.
Mi vida en Xto.
La oración
nuestra de cada día.
Jóvenes
católicos.
Ocarm.
Rezandovoy
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