+ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Amén.
Oración inicial
Señor, te
agradezco la oportunidad que me das, de ponerme un día más en tu presencia. Te
ruego Señor, con un corazón dispuesto a acogerte, que me ayudes a profundizar
en tu palabra, en tu verdad y que también me permitas siempre, vivir cumpliendo
con alegría tu Plan. Amén.
Del
santo Evangelio según san Lucas: 8, 1-3
En
aquel tiempo, Jesús comenzó a recorrer ciudades y poblados predicando la buena
nueva del Reino de Dios. Lo acompañaban los Doce y algunas mujeres que habían
sido libradas de espíritus malignos y curadas de varias enfermedades.
Entre
ellas iban María, llamada Magdalena, de la que habían salido siete demonios;
Juana, mujer de Cusa, el administrador de Herodes; Susana y otras muchas, que
los ayudaban con sus propios bienes.
Palabra
del Señor.
Salía
con ellos a predicar.
1) Recorría: Hoy tenemos que ser cristianos
inquietos. No podemos seguir organizando reuniones tras reuniones. Hay que
salir a la calle, buscar a ese hermano que te necesita. A cuantos pueden
aconsejar y ayudar. Dejemos de calentar asientos y salgamos a mostrar el amor
de Dios. JESÚS NO SE QUEDABA QUIETO, era callejero. Hay que callejear, buscar
al hermano. Hoy tenemos que ser una iglesia en salida y que da vida.
2) Los 12: Los muchachos seguían a Jesús.
Es esa la escuela de Jesús, es estar con él. Se aprende a evangelizar estando con
él. El camino de discípulo es eso: pasar momentos con Jesús para luego imitarlo
cuando tú salgas a anunciarlo. Jesús va con los muchachos y muestra así que
somos una comunidad, que salimos juntos; que vamos juntos y para el mismo lado.
Hoy se necesita que demos fuertemente testimonio de comunión.
3) Las mujeres: Quiero aprovechar este
momento para agradecer a cada mujer que trabaja por la obra de Dios. Quiero
agradecerte a ti por llevar a Jesús incluso cuando no se te valora el trabajo
que haces, incluso cuando se te burlan. Gracias por este testimonio que nos
das. Gracias de corazón, porque, como esas mujeres que siguieron a Jesús, hoy tú
marcas la historia y tú con Jesús haces historia. Gracias por llevar a Jesús.
Gracias por ser una mujer con todas las letras y enamorada de Jesús. Gracias
por tu servicio en la Iglesia.
Pidámosle a María que nos ayude a vivir la vida rezando esta oración:
Madre del Redentor, Virgen fecunda
puerta del Cielo
siempre abierta,
estrella del mar
ven a librar al pueblo que tropieza
y se quiere levantar.
puerta del Cielo
siempre abierta,
estrella del mar
ven a librar al pueblo que tropieza
y se quiere levantar.
Ante
la admiración
de cielo y tierra,
engendraste a tu Santo Creador,
y permaneces siempre Virgen,
recibe el saludo del ángel Gabriel
y ten piedad de nosotros pecadores.
de cielo y tierra,
engendraste a tu Santo Creador,
y permaneces siempre Virgen,
recibe el saludo del ángel Gabriel
y ten piedad de nosotros pecadores.
+ En el nombre
del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
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