miércoles, 30 de octubre de 2019

Señor, ábrenos tu puerta, tú eres la Puerta.


+ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Oración inicial

Señor Jesús, al iniciar esta oración quiero decirte que creo en Ti, sé que eres un Dios lleno de amor y sé a pesar de mi pequeñez, apuestas por mí una y otra vez. Que esta oración me ayude a nutrirme de Ti, para que pueda acoger tu palabra en mi corazón y así vivirla coherentemente con mis obras.

Del santo Evangelio según san Lucas 13, 22-30

En aquel tiempo, Jesús iba enseñando por ciudades y pueblos, mientras se encaminaba a Jerusalén. Alguien le preguntó: "Señor, ¿es verdad que son pocos los que se salvan?"
Jesús le respondió: “Esfuércense en entrar por la puerta, que es angosta, pues yo les aseguro que muchos tratarán de entrar y no podrán. Cuando el dueño de la casa se levante de la mesa y cierre la puerta, ustedes se quedarán afuera y se pondrán a tocar la puerta, diciendo: ‘Señor, ábrenos’. Pero él les responderá: ‘No sé quiénes son ustedes’. Entonces le dirán con insistencia: ‘Hemos comido y bebido contigo y tú has enseñado en nuestras plazas’. Pero él replicará: ‘Yo les aseguro que no sé quiénes son ustedes. Apártense de mí, todos ustedes los que hacen el mal’. Entonces llorarán ustedes y se desesperarán, cuando vean a Abraham, a Isaac, a Jacob y a todos los profetas en el Reino de Dios, y ustedes se vean echados fuera. Vendrán muchos del oriente y del poniente, del norte y del sur, y participarán en el banquete del Reino de Dios.
Pues los que ahora son los últimos, serán los primeros; y los que ahora son los primeros, serán los últimos".
Palabra del Señor.


Reflexión

Lucas, constantemente, recuerda que Jesús está de camino hacia Jerusalén. Lo que es claro y es definido desde el comienzo es el destino del viaje: Jerusalén, la capital, donde Jesús será condenado a muerte. Raramente, informa sobre el recorrido y los lugares por donde Jesús pasaba. Sólo al comienzo del viaje, en medio y al final, sabemos algo respecto del lugar por donde Jesús estaba pasando.
De este modo, Lucas sugiere la siguiente enseñanza: tenemos que tener claro el objetivo de nuestra vida, y asumirlo decididamente como hizo Jesús. Debemos caminar. No podemos detenernos. Pero no siempre es claro y es definido por dónde pasamos. Lo que es cierto es el objetivo: Jerusalén, donde nos espera el “éxodo”, la pasión, la muerte y la resurrección.
Jesús dice que la puerta es estrecha: “Esfuércense en entrar por la puerta, que es angosta, porque, les digo, muchos pretenderán entrar y no podrán.”.
Jesús ¿dijo esto para llenarnos de miedo y obligarnos a observar la ley como enseñaban los fariseos? ¿Qué significa esta puerta estrecha? ¿De qué se trata?
En el Sermón de la Montaña Jesús sugiere que la entrada en el Reino tiene ocho puertas. Son las ocho categorías de personas de las bienaventuranzas:
(a) pobres de espíritu,
(b) mansos,
(c) afligidos,
(d) hambrientos y sedientos de justicia,
(e) misericordiosos,
(f) limpios de corazón,
(g) constructores da paz y
(h) perseguidos por causa de la justicia (Mt 5,3-10).

Para la reflexión personal

a)   ¿Puedo ver en mi persona las cosas buenas y malas que en mi crecimiento fueron sembradas?,

b)   ¿Soy como el arbusto que extiende sus ramas, sus manos para dar cuidado, cobijar a quienes me rodean?

Medita la oración hecha canción.


ORACIÓN: ¿Qué le digo a Dios?

Orar, es responderle al Señor que nos habla primero. Estamos queriendo escuchar su Palabra Salvadora. Esta Palabra es muy distinta a lo que el mundo nos ofrece y es el momento de decirle algo al Señor.

ES TU MOMENTO CON DIOS. ¡ORA!

Jesús, tu que siempre estas a nuestra lado, ayúdame a poder seguir siendo ese pequeño y humilde siervo tuyo para poder seguir transformándome en este camino hacia la perfección en la iglesia

Reza un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria


Pidámosle a María su maternal ayuda.


Madre mía
Puerta del Cielo
Paso perfecto que nos conduce a Jesús
Sendero luminoso que protege mi caminar
Déjame acercarme a ti con paso confiado
Ilumínate para que pueda verte en lo oscuro
Déjame extender mi mano y tomar seguro la tuya
Ayúdame a atravesar este valle de dolor
Y condúceme con la mirada en alto
Con los ojos puestos en tu Hijo
A quien tú nos conduces como propósito de vida
Porque para eso fuiste creada por El Padre
Para ser Puerta del Cielo
Puerta hacia Dios
Y es por eso Madre que en ti y por ti hoy grito
¡Abre la Puerta!
¡De par en par, abre la Puerta!
Amén.

+ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.



Padre José Luis Romero Landeros IJS

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