+ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Oración inicial
Señor,
en este día te pido que me hagas comprensivo con los errores y defectos de los
demás. Para eso sólo debo hacer una cosa: mirarme a mí mismo. No necesito
buscar escándalos fuera. El escándalo lo llevo en mi propio corazón: no soy
coherente, soy duro con los demás, soy demasiado condescendiente conmigo mismo.
Hazme bueno para crear bondad a mi alrededor.
Del santo Evangelio según san Marcos 2, 23-28
Un sábado, Jesús iba caminando entre los sembrados, y sus discípulos comenzaron a arrancar espigas al pasar. Entonces los fariseos le preguntaron: "¿Por qué hacen tus discípulos algo que no está permitido hacer en sábado?". Él les respondió: "¿No han leído acaso lo que hizo David una vez que tuvo necesidad y padecían hambre él y sus compañeros? Entró en la casa de Dios, en tiempos del sumo sacerdote Abiatar, comió de los panes sagrados, que sólo podían comer los sacerdotes, y les dio también a sus compañeros".
Luego
añadió Jesús: "El sábado se hizo para el hombre, y no el hombre para el
sábado. Y el Hijo del hombre también es dueño del sábado".
Palabra del Señor.
Reflexión
h
Hoy como ayer, Jesús se las ha
de tener con los fariseos, que han deformado la Ley de Moisés, quedándose en
las pequeñeces y olvidándose del espíritu que la informa. Los fariseos, en
efecto, acusan a los discípulos de Jesús de violar el sábado. Según su
casuística agobiante, arrancar espigas equivale a “segar”, y trillar significa
“batir”: estas tareas del campo —y una cuarentena más que podríamos añadir—
estaban prohibidas en sábado, día de descanso. Como ya sabemos, los panes de la
ofrenda de los que nos habla el Evangelio, eran doce panes que se colocaban
cada semana en la mesa del santuario, como un homenaje de las doce tribus de
Israel a su Dios y Señor.
La
actitud de Abiatar es la misma que hoy nos enseña Jesús: los preceptos de la
Ley que tienen menos importancia han de ceder ante los mayores; un precepto
ceremonial debe ceder ante un precepto de ley natural; el precepto del reposo
del sábado no está, pues, por encima de las elementales necesidades de
subsistencia. El Concilio Vaticano II, inspirándose en la perícopa que
comentamos, y para subrayar que la persona ha de estar por encima de las
cuestiones económicas y sociales, dice: «El orden social y su progresivo
desarrollo se han de subordinar en todo momento al bien de la persona, porque
el orden de las cosas se ha de someter al orden de las personas, y no al revés.
El mismo Señor lo advirtió cuando dijo que el sábado había sido hecho para el
hombre, y no el hombre para el sábado».
Para la reflexión personal
a) ¿En qué está
fundamentada nuestra relación con Dios?
b) ¿Qué acciones se
desprenden de esa relación con Dios?
c) ¿Qué valor damos a
los preceptos?
d) ¿En qué momento nos
hemos sentido en la necesidad de transgredirlos para que respondieran a las
necesidades de los hombres?
Medita la oración hecha canción.
ORACIÓN: ¿Qué le digo a Dios?
Orar,
es responderle al Señor que nos habla primero. Estamos queriendo escuchar su
Palabra Salvadora. Esta Palabra es muy distinta a lo que el mundo nos ofrece y
es el momento de decirle algo al Señor.
Reza un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria
Pidámosle a Santa María, nuestra Madre, su ayuda.
Madre
nuestra: tú nos has traído a Jesús a la
tierra, y Él es la misericordia.
Su
sacrificio en la Cruz fue suficiente para pagar la deuda debida por nuestros
pecados. Pero también nos dijo que el que quiera ser su discípulo debe
renunciar a sí mismo y tomar su cruz de cada día.
A
los hombres nos cuesta hablar de sacrificio, porque implica sufrir. Necesitamos
la gracia de Dios para aceptarlo, conscientes de que debemos unirnos al
sacrificio de tu Hijo.
Amén.
+ En el nombre
del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Padre José Luis Romero
Landeros IJS
Referencias:
Espada de dos
filos.
Mi vida en Xto.
La oración
nuestra de cada día.
Jóvenes
católicos.
Ocarm.
Rezandovoy
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